Lewandowski da el primer título a Nagelsmann

Dos goles del polaco y otro de Müller adjudicaron la Supercopa al Bayern de Múnich (3-1)

Una rosca imparable de Reus acortó distancias, pero fue insuficiente para remontar

Los jugadores del Bayern homenajeando a Gerd Müller en la Supercopa alemana

Los jugadores del Bayern homenajeando a Gerd Müller en la Supercopa alemana / Twitter @FCBayern

Adrià Corominas

Eran muchas las sombras que sobrevolaban sobre Julian Nagelsmann tras un inicio de proyecto en el Bayern sin victorias y con muchas dudas. Pero llegó el primer título de la temporada y los de Múnich no perdonaron en el ‘Klasiker’, anotándose el primer trofeo para revitalizar un equipo en reconstrucción.

Supercopa Alemana

Supercopa Alemana

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Alineaciones
Borussia Dortmund
Kobel; Passlack (Wolf, 84'), Witsel, Akanji, Schulz; Dahoud, Bellingham (Reinier, 84'), Reyna (Pasalic, 78'); Reus; Moukoko (Malen, 58'), Haaland.
Bayern Múnich
Neuer; Stanisic (Sarr, 87'), Upamecano, Süle, Davies; Kimmich; Goretzka, Coman (Sané, 49'), Müller (Musiala, 73'), Gnabry (Tolisso, 73'); Lewandowski (Choupo-Moting, 88').

El mejor homenaje para Müller

El Bayern salió a calentar con camisetas con el 9 en la espalda, el Signal Iduna Park irrumpió el minuto de silencio con una sonora ovación, pero el mejor homenaje para Gerd Müller fueron los 90 minutos trepidantes que se marcaron ambos equipos.

El Dortmund, con hasta diez bajas y un solo un cambio -Moukoko por el lesionado Hazard- en el once inicial respecto al equipo que goleó al Eintracht, salió con desparpajo a atacar los espacios.

Sabía cuando tenía que apretar, haciendo un muy buen trabajo de presión en campo rival y espoleado por el factor cancha y el calor de su gente.

Reus, que parece que ha dejado atrás definitivamente la pesadilla de sus lesiones, volvió a dotar de confianza el ataque borusser.

Pero donde no llegó la defensa del Bayern, llegó Neuer, que volvió a encumbrarse como uno de los mejores guardametas del mundo.

Primero, sacando la pierna ‘in extremis’ para frustrar un mano a mano a Reus tras un balón al espacio de Reyna. Y después, para sacar otro a un Haaland que no tuvo su mejor noche.

Un partido sin tregua

Pero el Bayern, con la única novedad de Coman por Sané, enseguida se puso las pilas y detectó un agujero en la banda derecha, con un Passlack superado.

Curada la hemorragia, los de Marco Rose volvieron a pisar territorio bávaro. Tampoco transmitía demasiada seguridad la zaga de Nagelsmann y, a partir de ahí, el choque se convirtió en una marea, con un ritmo intenso y con ambos equipos buscando rápidamente la portería contraria, sin especular.

Perdonó Lewandowski, perdonó Reus. Gol anulado a Moukoko, avisó Coman. No se podía pestañear y parecía cuestión de tiempo que se rompiera el partido.

Pero tuvimos que esperar hasta el minuto 40 para que se moviera el marcador, cuando Lewandowski, llegando desde atrás, cabeceó sin piedad un centro medido de Gnabry.

Un gol que dejó tocado a los aurinegros, que vieron como otra vez desde la banda derecha, a los cinco minutos de la reanudación, llegaba un balón a Müller, que solo la tenía que empujar para castigar con un segundo tanto que dejó desdibujado al Dortmund durante muchos minutos.

El capitán al rescate

El Bayern jugaba a placer, pero el Dortmund no se rindió y cuando menos intimidaba, Reus se sacó una rosca imparable que se coló por la escuadra de Neuer.

Un gol que no solo acortó distancias, sino que sirvió para hundir al Bayern en su área.

Lewandowski gana la batalla generacional

Pero tanto en las buenas como en las malas, hay un jugador que siempre aparece.

Y cuando su equipo estaba centrado en sacar agua, un error en la salida de balón de Akanji dejó solo a Lewandowski que, a diferencia de Haaland, no perdonó y, con su doblete, adjudicó la novena Supercopa alemana para el Bayern y escribió el primer título de la era Nagelsmann.