Agresión sexual

El fiscal se opone al recurso de Dani Alves y solicita que siga en prisión

La defensa propuso que se impusiera una fianza y se retirara los pasaportes español y brasileño al exjugador de Sevilla y Barcelona

Dani Alves.

Dani Alves. / EUROPA PRESS

J. G. Albalat

La Fiscalía Provincial de Barcelona acaba de presentar un escrito en el juzgado de instrucción 15 de Barcelona para oponerse al recurso presentado por la defensa de Dani Alves

, que solicitó el fin de la prisión preventiva. La fiscal entiende que los motivos por los que se acordó su encierro provisional el 20 de enero no han variado: el riesgo de fuga persiste y, en consecuencia, el ministerio público solicita que el exjugador del FC Barcelona continúe en su celda de Brians 2.Cristóbal Martell, el abogado de Alves, razonaba en su último recurso que Alves tiene argumentos para defenderse de la denuncia por violación que presentó contra él una joven de 23 años, que declaró que el exjugador la agredió sexualmente en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona durante la noche del 30 al 31 de diciembre. Martell remarcaba asimismo que Alves no huiría a Brasil en caso de salir en libertad antes del juicio y pedía que la prisión cautelar se substituyera por otras medidas como la retirada de su pasaporte. Martell presentó el escrito para sacar a su cliente de la cárcel poco después de que este declarara, a petición propia, por segunda vez en el juzgado de Barcelona.

En esta segunda declaración, Alves ofreció una cuarta versión de lo sucedido en el baño de Sutton en la que, por primera vez, admitió que sí hubo penetración –el ADN así lo había confirmado, tal como siempre había mantenido la víctima– aunque subrayó que esta fue consentida.

La fiscal, tras escuchar este segundo interrogatorio y leer el recurso presentado por Martell, considera que la situación no ha cambiado. El riesgo de fuga prevalece y, para garantizar que Alves sea juzgado, resulta procedente mantener la prisión preventiva que ordenó en su día la jueza y ratificó, semanas después, la Audiencia de Barcelona.

Las cuatro versiones

Alves ha dado cuatro versiones distintas sobre estos hechos. Las tres primeras han quedado desmentidas por la investigación de los Mossos d'Esquadra. En la cuarta, ofrecida el pasado 17 de abril durante su segunda declaración, el futbolista mantiene que, tras bailar con la víctima en una mesa VIP de Sutton, le propuso ir al baño a mantener

relaciones sexuales

, que ella aceptó y que lo que sucedió en el interior de ese espacio minúsculo y sin cámaras fue lo siguiente: él se sentó en el váter, ella se arrodilló frente a él y le practicó una felación. Después, ella se sentó sobre él y él la penetró.

La versión de la mujer

La joven, por su parte, relató a los Mossos dos días después de los hechos y también en sede judicial, el 20 de enero, que lo que sucedió esa noche fue que siguió a Alves no porque este le hubiera propuesto mantener relaciones sexuales sino porque este –desde el interior del reservado y cuando ella todavía se encontraba junto a sus amigas– comenzó a hacerle gestos insistentemente para que fuera donde él se encontraba. Finalmente ella accedió a reunirse con Alves dentro de ese espacio sin cámaras. Entró en el reservado y cruzó, siguiendo las indicaciones de Alves, a través de una puerta sin saber a dónde conducía. La víctima declaró que, al descubrir que era un baño, quiso salir. Pero Alves se lo impidió, cerrando la puerta.

Después, según su denuncia, Alves se sentó en el retrete y a ella se la sentó encima por la fuerza. Ella le pidió que parara y suplicó que la dejara marcharse. Él se negó. La tiró al suelo, la agarró por el cuello, la abofeteó e intentó que le hiciera una felación con violencia -a lo que ella se negó-. Después la levantó, la colocó contra el lavamanos y, por último, la puso contra el retrete y la penetró hasta eyacular.

Los indicios

La versión de la víctima coincidió posteriormente con los indicios recabados por los Mossos: con el semen de Alves en una muestra intravaginal, con el rasguño en la rodilla que consta en el parte médico y también con la ubicación de las huellas dactilares que se hallaron en el baño. La policía científica contabilizó siete huellas de la víctima en el baño de Sutton y ninguna de Alves. Las huellas de la denunciante estaban en la pica, en la pared y en el váter, según las fuentes jurídicas consultadas por este diario.