Asturias

El colombiano detenido en Gijón con 130 kilos de cocaína: "Buscaba una vida mejor, pero no tengo nada que ver con esa droga"

El hombre, ya en prisión preventiva, forma parte de una red que quería crear una ruta de narcotráfico entre Sudamérica y Europa, según los investigadores | El investigado preveía lanzar la droga al mar antes de llegar a El Musel

En imágenes: así fue la operación para detener al polizón que llegó con 130 kilos de cocaína al puerto de Gijón.

En imágenes: así fue la operación para detener al polizón que llegó con 130 kilos de cocaína al puerto de Gijón.

I. Peláez

Crear una nueva ruta para el narcotráfico entre Sudamérica y Europa era el objetivo de la organización criminal radicada en Colombia

a la que presuntamente pertenece el varón de 58 años detenido el pasado lunes en El Musel con cuatro fardos de cocaína tras viajar como polizón desde el puerto de Barranquilla hasta Gijón a bordo del "Iraklis". Esta es la tesis desvelada ayer por los investigadores al frente del caso, que también han confirmado que este individuo, de iniciales J. M. L. y enviado ayer a prisión preventiva, disponía de un sistema remoto por satélite para controlar la droga durante la travesía. Incluso si la cocaína hubiese sido trasladada o lanzada por la borda durante el viaje para que otros recogieran las balizas en altamar, como se sospecha. De ahí el material de buceo (traje completo y bombona de oxígeno) que, como desveló ayer La Nueva España, de

Prensa Ibérica

, se encontró en el interior de la embarcación. No obstante, el investigado lo niega. "Viajé como polizón porque buscaba una vida mejor, pero no tengo nada que ver con esa droga", señaló ayer este individuo ante la magistrada de guardia. Justo después le respondió a la juez que no tenía nada más que añadir.

El detenido se embarcó el pasado 5 de marzo en el puerto colombiano de Barranquilla, sin que por ahora haya podido determinarse cómo pudo subir al barco los cuatro fardos de droga

que escondía hasta 130 kilos de cocaína. Sí se tiene claro, por las dimensiones de la mercancía, que no pudo actuar solo y, encima, sin ser visto. Lo que sí se ha podido corroborar es que este individuo se escondió en una de las grúas de cubierta provisto de comida y bebida para aguantar la travesía hasta Gijón (llegaron el día 20, lunes), pero fue descubierto por la tripulación apenas dos días después de salir de puerto con destino a El Musel. Luego, los mismos marineros encontraron un petate, en otra zona del barco, en la que estaban los útiles de buceo, así como un teléfono móvil con conexión por satélite y localizador. El hallazgo motivó que el capitán del "Iraklis" diese orden a su tripulación para revisar el barco, hallando los cuatro fardos con droga repartidos en otras dos grúas. Fue entonces cuando el capitán dio aviso a las autoridades, que iniciaron las diligencias antes del pasado día 15 de marzo, motivo por el que el Juzgado de Instrucción número 5 se hará cargo del procedimiento.

Un trébol como pista

La colaboración del patrón y de los tripulantes, que supervisaron la droga durante el resto del trayecto hasta el muelle Norte (bautizado recientemente con el nombre de Romualdo Alvargonzález), motivó que las autoridades (en el operativo participaron agentes de la

Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera) descartasen llevar a cabo un abordaje del "Iraklis". Todo estaba preparado el lunes cuando, alrededor de las cinco y media de la tarde, llegó la embarcación a El Musel, puerto desde el que se quería abrir la nueva vía de entrada a Europa

, según sostienen los investigadores. Con guías caninos, los agentes revisaron cada recoveco por si existían más fardos ocultos, pero, finalmente, el montante final fue de 130 kilos de cocaína (se confirmó el tipo de sustancia con un narcotest) que ahora se analizarán en el laboratorio, aunque se sospecha que se trata de una sustancia "de gran pureza". Las pesquisas sobre la droga también están enfocadas a determinar a qué organización criminal pertenece el botín aprehendido. Varios de los paquetes llevaban la imagen de un trébol.

Con los datos recabados en el "Iraklis", el polizón detenido pasó ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 2, en funciones de guardia ayer y que se inhibirá en favor del número 5. La Fiscalía solicitó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de J. M. L. por un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud, en su modalidad de "notoria importancia", aplicado a casos de grandes cantidades de droga. A esa petición se opuso la defensa del colombiano, del turno de oficio, que reclamó medidas menos serias al entender que no existe riesgo de destrucción de pruebas ni de reiteración delictiva ni de fuga puesto que carece de medios económicos. Además, también dejó claro que la droga incautada y los útiles de buceo aparecieron en sitios distintos a los que él se encontraba cuando fue sorprendido. Por ahora duerme en prisión.

El polizón detenido con cocaína en el puerto de Gijón pretendía crear una nueva ruta de narcotráfico entre Sudamérica y Europa

El polizón detenido con cocaína en el puerto de Gijón pretendía crear una nueva ruta de narcotráfico entre Sudamérica y Europa