"Soy fuerte por dentro y por fuera"

Joana Pastrana, campeona mundial de boxeo

Joana Pastrana, campeona mundial de boxeo / Cristina González

Carme Barceló

Carme Barceló

Auroras boreales. Cálidas y frías. Dibujadas en sus brazos, la acompañan desde que pudo pagarse esos tatuajes trabajando de camarera y, años después y tras mucho esfuerzo, subida a un ring. A Joana Pastrana no le pesa tanto el cinturón de campeona del mundo como algunas injusticias y la poca visibilidad de su disciplina. En su cuerpo también se ha tatuado una enredadera, un bosque oscuro, una gran luna y un ‘7’ de corazones. Un cocktail digno de una tesis psicológica aunque, en realidad, es el mapa de los sentimientos de una mujer que va contra corriente.

NI CHUNGA NI MACARRA

“¿Si doy miedo? - le he preguntado y me mira directamente a los ojos- Sinceramente, no. Para ser boxeadora no hace falta tener aspecto de ‘chunga’ o de macarra. Me transformo para la competición pero en la vida cotidiana soy un encanto”. Ríe Joana con su café cortado entre las manos, su melena recogida en una trenza y su equipación de Oysho. “Soy fuerte por dentro y por fuera -asegura la boxeadora- porque la mente es un 80% del éxito. Cuando alguien te quiere ganar golpeándote, la cabeza lo es todo. Para mantener la concentración debes confiar en ti”. Antes de boxear jugaba a fútbol en la escuela de Carabanchel. Es del Real Madrid pero “no concibo un equipo sin Puyol. Para mí representa la garra y la valentía”. 

CUERPO Y ALMA

Joana es consciente que ha hecho historia ganando su primer Mundial y que puede aumentarla con un segundo triunfo el próximo viernes. “Mi rival lleva 27 peleas ganadas por KO y eso es mucho. Sé a quien tengo delante pero creo en mí”, afirma Pastrana. A ella hay otras cosas que la colocan fuera de juego. “Me deja KO que una persona abuse de otra. Cuando veo en las noticias que secuestran a una niña indefensa, que maltratan o violan siempre pienso: ‘Por qué no me pasa a mí, que sé como defenderme?’”, apunta con contundencia. La misma que tiene para pedir visibilidad para el boxeo a la par que “quien tenga la oportunidad de disfrutarlo, no se pase y le dé mala imagen”. Joana representa, sin duda, la mejor.