"Lo que soy es gracias a la rítmica"

María Castro, protagonisat del Sport&Style

María Castro, protagonisat del Sport&Style / sport

Carme Barceló

Carme Barceló

"¿Tomas notas? Pues con todo lo que hablo y lo rápida voy... Bajo el ritmo si quieres, ningún problema”. Es un torbellino de buen rollo, un manantial de reflexiones y una inyección de positividad. Una hora con ella cundió casi como un día entero. “Exprimo el tiempo como a la fruta, al máximo. Consigo llegar a todo pero  cuando me meto en la cama, desaparezco”. María Castro es lo que ves. No hay doblez. Transparente como un cristal, la actriz asegura que “la naturalidad es ser lo que tú quieres, sin ponerte la máscara. Por dentro y por fuera. Al final, lo que no es real acaba saliendo a la luz. No hay que mirar o envidiar  el cuerpo de áquel o la cabeza de aquélla sino buscar la mejor versión de nosotros mismos”. 

CAMPEONA DE RÍTMICA.

Está claro que ella lo consigue. Su pasado deportivo como campeona de gimnasia ritmica no solo moldeó su carácter para ser disciplinada o luchar por objetivos. Fortaleció su cuerpo y también su mente. “Lo que soy, para bien o para mal, es gracias a ella -reconoce María-. Sé luchar por mis sueños, saber ganar pero también perder. La gimnasia rítmica es muy subjetiva. No todo está siempre bajo nuestro control”. Ha aplicado a su vida “la capacidad de concentración y el no ponerme nerviosa en un estreno, por ejemplo.  En un minuto me jugaba el trabajo de un año”. 

Empezó a practicar esta disciplina “por mi hermana, que es diez años mayor, y me utilizaba a modo de gomas (ríe). Pasaba muchas ‘horiñas’ entrenando siendo muy pequeña. ¿Desigualdad? Toda. Éramos campeonas gallegas y no nos subvencionaban ni una camiseta. Recuerdo  que, para ir iguales, nuestras madres compraron un detergente que regalaba una mochila. No te digo más. Ni el bus nos pagaban. Y hacíamos el viaje Vigo-Girona de noche, llegábamos y a competir”. Pide “más ayuda para el deporte femenino. Al final, proyectamos valores y una vida saludable” y “reconocimiento a la mujer en todos los órdenes de la vida”.

Madre de una niña, María Castro intenta”enseñarla a cuidar su entorno y a comer sano”. Su paso por ‘MasterChef’ puso de relieve su arte en la cocina y, en casa, explica que “cocino todos los días y me llevo un ‘taper’ a los rodajes.  Me gusta que Maia, mi hija, tenga una alimentación compensada y saludable. Ellos lo copian todo y si me ve comer aguacate, mejor que  bollería industrail”.  Ser natural como ella también pasa por los fogones.