Una pala, una vida

La jugadora de tenis de mesa, olímpica de Tokio, es una gran seguidora del Barça

Maria Xiao

Es casi una prolongación de sí misma. Desde que tiene uso de razón, ha vivido inmersa en el tenis de mesa. Sus padres, entrenadores, le inculcaron desde niña el valor del esfuerzo. La visibilidad le llegó en los JJ.OO. de Tokio, donde compartió con Pedri un partido muy viral / Javi Ferrándiz

Carme Barceló

Carme Barceló

En mi casa no se hablaba de otra cosa y yo dormía con la pala al lado, imagínate”. Los padres de Maria Xiao fueron jugadores de tenis de mesa hasta principios de los 90 y después se trasladaron a España para ejercer de entrenadores. Ella, hija única, “les acompañaba a todas partes y hasta que tuve veinte años, lo reconozco, no me impliqué en este deporte de verdad. Jugaba por jugar. ¿Qué pasó? Que me encantó la adrenalina de la competición. Quería ganar, ganar y ganar”. Y así llegó Maria a representar a España en los Juegos Olímpicos de Tokio, “un auténtico sueño”, según sus propias palabras. Esta mujer, que es una fusión de Oriente y Occidente, dice que “mi mentalidad es más china que española. En el deporte y en todo en la vida tengo muy interiorizado que debo trabajar siempre más que los demás. Es el único camino para conseguir cosas”.

Trabajó duro para estar en Tokio y allí, sin buscarlo, se convirtió en un personaje mediático más allá de la pala. Ninguneada en el titular de un medio de comunicación (“El punto de Pedri contra una olímpica española”) tras un partido con el blaugrana la hizo reaccionar y se presentó: “La olímpica soy yo y me llamo Maria Xiao”. Aquello “me molestó un poco porque no les costaba nada buscar quién era en Internet. Pero la lectura positiva es que así le dimos visibilidad al ping pong”, asegura con una sonrisa. Dani Olmo y Eric Garcia también participaron en aquel encuentro y a la jugadora le hizo muchísima ilusión, porque “me encanta el fútbol y soy muy culé. Este domingo he comprado entradas e iré con mi prima al Camp Nou. Hay que apoyar al equipo en estos momentos. Yo sé lo mal que se pasa cuando las cosas no van bien”.

En la Villa Olímpica tuvo la oportunidad de conocer a otro blaugrana, Pau Gasol, que “me vio jugar un partido, nos cruzamos y me vino a buscar para felicitarme. ¡Flipé mucho! Es un número uno pero el tipo más sencillo y humilde del mundo. Galia Dvorak y yo le regalamos una pala para que se acordara de nosotras”.

Como abanderada de un deporte minoritario, Maria Xiao reclama “un poco más de visibilidad, aunque somos conscientes de que debemos hacerlo mejor y ganar”. Ella no ha tenido problemas de igualdad “a nivel deportivo, pero sí salarial. Trabajamos hombres y mujeres igual, dedicamos las mismas horas, pero la diferencia de salarios es abismal”. 

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