Lieke Martens y Toni Duggan: Apuntan alto

Wow! ¡Es el Barça el que me llama!. Me emocioné. ¡Que inmenso honor supone estar aquí!”. A Toni Duggan también le sonríen los ojos. Disfruta de cada minuto de su vida y se le nota. Mira al cielo. La Torre Agbar es azul y grana. Como ella. Ha tenido un flechazo con Barcelona. Espera que termine el reportaje para ir con una amiga a tapear al Born. Aunque, eso sí, echa de menos “un plato típico de Liverpool, el ‘scouse’, que es similar a un estofado y que mi abuela cocinaba de maravilla. Ahora es mi pareja el que ha cogido el relevo y la verdad es que le sale muy bien”.

Ríe feliz junto a su nueva compañera, Lieke Martens, que sufre mirando el reloj por si no llega “a mi primera clase del Master in Football Business del Johan Cruyff Institute en el Camp Nou”. La compararon al astro holandés “por una jugada contra Bélgica en el Europeo. Dijeron que realicé un movimiento idéntico”. No hace ni dos semanas que se subía a un podio junto a Cristiano –“fue muy agradable conmigo pero no hablamos demasiado, la verdad”- al ser elegida la Mejor Jugadora de Europa. Auténticas estrellas del fútbol femenino, su sencillez desmonta. “El Barça es un gran club con gente muy maja –coinciden las dos-, nuestras compañeras nos están ayudando mucho a adaptarnos y nos gusta el fútbol que quieren jugar aquí”. Recién aterrizadas, ambas están felices de coincidir en los pasillos con Messi. “Un héroe” para Martens y “el dios del fútbol” para Duggan. Creen que “el fútbol femenino y masculino no se pueden comparar porque ellos llevan muchos años de ventaja, aunque nuestro nivel esté incrementándose muchísimo” y han contado “siempre con el apoyo de nuestra familia y amigos, a los que debemos todo”. Cogen sus bolsos –en el de Toni no falta nunca un eye liner que también utiliza en el campo- y su música –a Lieke le encanta Beyoncé y a la jugadora inglesa, Emeli Sande y James Bay- y se despiden entre besos, abrazos y fotografías compartidas en sus cuentas de Instagram. Puro poderío.