Helena Arias, de otro planeta

Con tan solo 21 años ya es campeona de tiro olímpico, vive con la élite del deporte en el CAR de Sant Cugat, cursa tres carreras universitarias y es la más joven de las integrantes de Hypatia I

Este proyecto de investigación estudia cómo sería la vida en Marte y sirve de inspiración a muchas niñas y mujeres escasas de referentes científicos

Helena Arias, protagonista del Style

Helena Arias, protagonista del Style / DAVID RAMÍREZ

Carme Barceló

Carme Barceló

Helena Arias va de aquí para allá en transporte público. Podría vivir en la casa familiar pero prefiere hacerlo en el CAR porque le cae más cerca de Terrassa. Allí estudia no una, ni dos, sino tres carreras -“bueno, la de Física la hago a tiempo parcial, poquito a poco”- y las tardes las dedica al deporte.

En concreto, al tiro olímpico. Por si ello no fuera suficiente, a los 15 años accedió a una beca que la ha llevado, con 21, a ser la integrante más joven del proyecto Hypatia I. Junto a otras ocho mujeres realiza investigaciones científicas para saber como sería nuestra vida en Marte. “Hace unas semanas que realizamos una simulación de dos semanas en el desierto de Utah y la experiencia ha sido muy interesante. Otra compañera y yo nos quedamos ‘en tierra’ y el resto lo vivió ‘in situ’. Recopilamos información que servirá para mucho, seguro”, explica Helena Arias. Y sólo tiene, insisto, veintiún años.

PASIÓN POR LA CIENCIA

Es imposible no contagiarse de la pasión por lo que hace. Explica cada logro o cada reto con una naturalidad aplastante y sin luces de neón. Para ella, “Hypatia es mucho más que investigación. Somos un grupo de mujeres que queremos visibilizar que nosotras también podemos hacer cosas en este campo. Las niñas necesitan referentes científicos en los que inspirarse y creemos que nuestro trabajo puede ayudar a que alguna decida estudiar algo que, hasta hace poco, parecía imposible”, dice Helena. Son muchos los que le preguntan si se va a subir a un cohete mañana o si se va a ir a vivir a Marte. La tendencia a simplificar va en contra de la ciencia y Arias insiste en que quede muy claro en qué consiste esta misión para evitar la frivolización sobre ella. Aunque verla con el mono azul impacta, lo cierto es que “sólo soy una estudiante con muchas ganas de hacer cosas. ¿Medios? Tenemos pocos y es muy probable que acabe trabajando en el extranjero. Es una lucha complicada”, lamenta. 

AMOR POR EL DEPORTE

Los padres de Helena tuvieron muy claro que sus hijos mamarían deporte, idiomas y música. Ella probó con el taekwondo, el fútbol -“jugaba de portera y no era muy buena pero le puse ganas”, dice riendo- hasta que descubrió el tiro de precisión. Esta disciplina la atrapó. “Aporta valores, conocimiento y concentración, algo que me va muy bien para los estudios. Mi carrera académica es lo más importante y lo que me da seguridad y el deporte, mi hobby. Pero soy competitiva y me gustaría ir a unos Juegos Olímpicos, claro que sí”, reconoce. París está en el horizonte “y es un sueño. Pero también miro más allá, a Los Ángeles. Para estar ahí hay que luchar mucho pero voy a por ello”. Sabe que “no voy a vivir de este deporte ni siendo la número uno pero disfruto”. ¿Sacrificado? Me mira y me convence: “No lo es porque me gusta muchísimo”.

SER DIFERENTE

Sentadas en unas viejas sillas justo al lado de una pista de atletismo, veo en Helena Arias a una persona extraordinaria. Su peculiar y fantástico camino lo recorre con naturalidad y, paradójicamente, a una cierta distancia. Le pregunto si alguna vez se ha sentido un ‘bicho raro’. “Sí pero no -responde-. Soy una persona normal con gustos peculiares que se siente muy a gusto consigo misma”. No siempre fue así. Hubo una etapa más difícil que solucionó “cambiando de colegio y rodeándome de un ambiente que me apoyara. Lo pasé mal pero hoy tengo un entorno perfecto y me siento muy bien”. Se nota. Se la ve feliz, satisfecha y contenta con esta vida tan curiosa para unos y tan rica para otros. Lo cierto es que la combinación da como resultado a una mujer a la que su pasión por el tiro olímpico complementa su carrera académica. Una vez más se demuestra que el deporte es una herramienta que, a nivel mental y físico, ayuda a crecer y a multiplicarse. No pierdan de vista a Helena Arias. En este planeta o en cualquier otro está llamada a hacer algo grande.

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