Haiku: Un homenaje a la naturaleza

Haiku

Una de las espectaculares creaciones que se prueban en Haiku / Haiku

Maite Antón

Maite Antón

¿Puede un licenciado en Bellas Artes convertirse en un chef de alta cocina? La respuesta no es solo afirmativa, sino que, además, sus platos resultan pequeñas obras de arte para todos nuestros sentidos. Federico Filippetti, propietario del restaurante Haiku Tast en la idílica población de Cadaqués (Calle Pianc, 3) y conocido por su participación en la edición de 2017 de Top Chef, es un cocinero diferente en todos los sentidos. Experto en botánica, una pasión heredada de su madre, tiene un huerto propio en el que cultiva nada más y nada menos que 400 variedades de flores, plantas y hierbas aromáticas, que luego se erigen en protagonistas de sus creaciones. 

La fusión de sus tres grandes pasiones, el arte, la gastronomía y la botánica, da como resultado platos que tienen como leitmotiv la sorpresa. En todos los sentidos: desde el visual, pasando por el olfativo y, cómo no, el gustativo. Trampantojos, dobles fondos, formas y texturas que engañan a primera vista y sabores que ponen a prueba a nuestro paladar. Un viaje de sensaciones a través del cual Filippetti rinde su propio homenaje a la naturaleza y busca hacer reflexionar a sus comensales. 

Una propuesta diferente: no hay carta

Su propuesta es un menú degustación que esta temporada tiene como eje central la Pachamama, es decir, la Madre Tierra, y que supone un recorrido por las raíces más profundas de los Andes. ¿Te imaginas un trozo de tierra sobre el plato, la recreación del ecosistema marino del Cap de Creus en una sopa, probar un cappucino de anguila o dejarte sorprender por un postre en forma de árbol con estética a lo Tim Burton? Y todo ello acompañado de un excelente maridaje de vinos con el sello del sumiller Marcelo Chan, con referencias biodinámicas que, de nuevo, buscan rendir un homenaje a las raíces, al entorno, a la historia personal de los creadores de estos vinos… algunos de ellos de producciones tan pequeñas que probarlos será la mejor de las casualidades.

Cadaqués se presenta como un destino perfecto para disfrutar de una escapada otoñal y, sobre todo, de una velada nocturna -solo hacen cenas- para disfrutar de una original cocina de vanguardia, fruto de la explosión creativa de Filippetti, que no te dejará indiferente.