Gerard Piqué: Un nuevo dress code

Gerard Piqué se ha despedido varias veces y en distintos formatos. Una actitud poliédrica coherente con su personalidad. Al que fuera uno de los mejores centrales de la historia, la inquietud y la curiosidad le han llevado a “tocar varios palos” desde que era muy joven.

Tras sus experiencias en el Zaragoza y en el Manchester United, aterrizó en el Barça dispuesto a vivirlo intensamente. Y a fé que lo hizo. La plataforma blaugrana le sirvió para experimentar en campos tan diversos como la moda, la gastronomía y la comunicación.

Dueño del Andorra, nuevo jefe del tenis mundial y CEO de Kosmos, la empresa que gestiona varios negocios relacionados con actividades recreativas, nuevas plataformas y ‘mass media’, Piqué apunta más allá del palco del Camp Nou (una aventura que acometerá a partir del próximo año pero que ya tiene unas firmes bases construidas).

La personalidad del catalán da para eso y para mucho más. Querido y odiado, es tan excesivo con lo que ama como con lo que detesta. No hay término medio en sus exposiciones públicas, ha cometido errores de bulto pero ha sabido rodearse de un equipo discreto y efectivo. Ha preferido despedirse desde sus redes sociales, en el Camp Nou, en El Sadar, en el vestuario culé y lejos de la sala de prensa, de los periodistas y del palco, cuyos hilos conoce y no tardará en tejer con los suyos propios.

Atrás quedan entrenadores, utilleros, compañeros de taquilla, preparadores físicos y presidentes que firman su nómina. Cambia el ‘dress code’ y veremos que tal le sienta el nuevo traje. Le gusta estar de moda y lo que parece claro es que no será incoloro, inodoro ni ínsipido.

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