Más vecinos que enemigos

El Dundee FC –fundado en 1893, ocho años antes de la expedición del Discovery– y el Dundee United, nacido en 1909, no solo comparten ciudad sino incluso barrio

Apenas un centenar de metros separan los dos polos, en este caso más emocionales que geográficos, del derbi más íntimo del mundo

Niskanen, jugador del Dundee United

Niskanen, jugador del Dundee United / Dundee United

Aitor Lagunas

Aitor Lagunas

Una nube de cámaras esperaba en el aeropuerto de Glasgow al nuevo seleccionador argentino. Era el 18 de noviembre de 2008, víspera del debut de Diego Armando Maradona en el banquillo de la 'Albiceleste'. “Contento”, fue lo único que concedió el Diego a los periodistas. 24 horas después habría escuchado el himno desde la banda, gesticulando, y finalmente celebrando un apurado triunfo por 0-1 en Hampden Park contra Escocia.

Leo Messi, Román Riquelme o Sergio Agüero se lo perdieron. Scott Robertson, no. Aquella tarde, un modesto centrocampista del Dundee United también vivió un momento especial: estrenarse con la camiseta del combinado escocés. Un gran reconocimiento para un jugador abnegado, pero también un guiño a su peculiar relación con una pequeña gran ciudad de fútbol.

Porque Robertson vino al mundo en uno de los puntos más peculiares del mapa futbolístico europeo: Dundee. Con apenas 150.000 habitantes –el equivalente a Lleida–, la cuarta ciudad más poblada de Escocia ha logrado mantener hasta nuestros días una de las rivalidades más íntimas del planeta. Pocos la conocen mejor que Scott Robertson.

Abierta al mar del Norte, a medio camino entre Edimburgo y la norteña Aberdeen, Dundee se hizo famosa cuando de sus astilleros salió el RRS Discovery, el último barco de madera de tres mástiles construido en el Reino Unido. A bordo del Discovery los aventureros Robert Falcon Scott y Ernest Shackleton llegaron en 1902 a la remota Antártida, continente que cartografiaron hasta que el hielo les hizo prisioneros, varando el buque en la gélida isla de Ross.

A pesar de las dificultades los 47 hombres de la expedición –a medio camino entre una misión científica y ese gusto tan británico por la aventura– lograron sobrevivir durante dos años, hasta que el deshielo, la dinamita y varios buques de rescate les permitieron poner rumbo al Reino Unido. La madera del Discovery había resistido; el ánimo de los hombres, también.

Según escritos de la propia misión, entre abril y septiembre de 1902 los expedicionarios “jugaron al fútbol, formaron un grupo de teatro y aprendieron a esquiar”. Suena increíble pero alguien se preocupó de subir una pelota al Discovery para viajar a la Antártida. Su regreso a Portsmouth el 10 de septiembre de 1904 constituye aún hoy uno de los hitos del conocimiento humano. Scott, por cierto, volvería a la Antártida unos años después, pugnaría con el noruego Roald Amundsen por ser el primer hombre en pisar el Polo Sur, y fallecería congelado en el intento.

Una rivalidad familiar

El Discovery y sus tres mástiles constituyen hoy el principal reclamo turístico de la ciudad. No lejos del puerto se encuentra Tannadice Street, la única calle de Europa que alberga dos estadios de primera división. Porque el Dundee FC –fundado en 1893, ocho años antes de la expedición del Discovery– y el Dundee United, nacido en 1909, no solo comparten ciudad sino incluso barrio. Apenas un centenar de metros separan los dos polos, en este caso más emocionales que geográficos, del derbi más íntimo del mundo.

Durante décadas el pionero Dundee mantuvo una cierta superioridad sobre el United, especialmente durante los años 60. A las órdenes de Bob Shankly –hermano del mítico técnico del Liverpool–, el FC logró su único título de liga e incluso disputó las semifinales de la Copa de Europa. Sin embargo, tras ganar la Copa de la Liga en 1974 el conjunto ‘dark blue’ no ha vuelto a meter metal en sus vitrinas.

El United le sucedió en la siempre ardua tarea de repartirse las migajas que Celtic y Rangers dejan escapar. Así, los ‘Tangerines’ se proclamaron campeones de liga en 1983 y, como sus vecinos, se plantaron en las semis de la Copa de Europa un año más tarde. Esos buenos viejos tiempos han dado paso a un presente más modesto: esta temporada los dos clubes de Dundee vuelven a coincidir en la Scottish Premier tras cinco años cruzándose en el ascensor que sube y baja a segunda.

La rivalidad es menos agria que la del Old Firm, aunque también presenta matices político-religiosos (el United tiene raíces irlandesas). Pero el de Dundee es un derbi familiar, con padres que simpatizan con un equipo e hijos aficionados al otro.

Solo así se explica que Scott Robertson, aquel centrocampista que debutó con Escocia ante la Argentina de Maradona, jugase más de 100 partidos con el FC, disputara después otros tantos con el United y hoy, de nuevo, sea técnico en las inferiores del FC. Todo en una ciudad pequeña; quizá demasiado para el derbi que alberga. 

DUNDEE UTD-DUNDEE FC

Dundee: 56°27’N 2°58’O

Población: 159.000 habitantes

País: Escocia 

Distancia entre estadios: 0’2 km; de Tannadice Park (aforo, 14.225) a Dens Park (aforo, 11.775)

Tres momentos del derbi

26 jugadores compartidos

Prueba de la rivalidad amable de Dundee son los fichajes que sus clubes se han hecho mutuamente. 16 futbolistas del FC firmaron por el United. Otros diez realizaron el trayecto inverso, como el escocés aunque internacional irlandés Tommy Coyne.

Caído en la guerra

Uno de los primeros futbolistas compartidos fue Collie Martin. Tras jugar con el Dundee FC, en 1913 cambió de acera. Le dio tiempo de marcar 80 goles en 92 partidos con el United antes de morir en una trinchera belga durante la Primera Guerra Mundial.

Un derbi final

Dundee se vistió de gala el 6 de diciembre de 1980 cuando Dens Park, hogar del Dundee FC, acogió la final de la Copa de la Liga. Los dos equipos de la ciudad se disputaban el título: la victoria del United (3-0) confirmaría el cambio de hegemonía en Dundee.