De referentes a discordantes

La negativa de jugadores como Joshua Kimmich abre el debate sobre la obligatoriedad de vacunarse contra la COVID-19 en el fútbol profesional

El Gobierno bávaro se muestra a favor de obligar a los futbolistas a vacunarse

Kimmich (izquierda) no quiere vacunarse y será baja contra el Barça por ser positivo en COVID-19

Kimmich (izquierda) no quiere vacunarse y será baja contra el Barça por ser positivo en COVID-19 / AFP

Adrià Soldevila

Adrià Soldevila

A mediados de octubre, un 32% de los futbolistas de la Premier League seguían sin tener la pauta completa contra la COVID-19. La liga inglesa tuvo que echar mano de vídeos en los que animaba a los jugadores de la máxima categoría a inocularse la vacuna por varios motivos de salud, tanto individual, como colectiva. Incluso Pep Guardiola defendió ante los medios de comunicación la importancia de la inmunización. “Confío en los doctores y en los científicos. Dicen que es la mejor manera de proteger a la gente. Tanto yo como mi familia lo hemos hecho. Los doctores hablarán con los jugadores de forma individual y decidirán. En Inglaterra hemos visto cuánta gente ha muerto y cuánta sigue sufriendo. Hay que avanzar, usar mascarillas y vacunarse por el bien de todos”, dijo el técnico catalán del Manchester City.

En la Bundesliga, el porcentaje de vacunados a mediados de octubre se situaba en el 90%. Sin embargo, el caso de Joshua Kimmich está dando mucho que hablar. Principalmente, porque el futbolista del Bayern de Múnich, el club más potente de Alemania, ha sido de los pocos jugadores en posicionarse públicamente contra la vacuna. “Tengo reservas personales”, dijo el centrocampista, aunque desmintió que fuera negacionista: “No digo categóricamente que no me vacunaré, solo quiero esperar a estudios a largo plazo. Eso no significa que sea un negacionista o que me oponga a la vacunación”. Inicialmente, Serge Gnabry, Jamal Musiala, Eric-Maxim Choupo Moting y Niklas Süle tampoco aceptaron la vacuna, pero ante la amenaza del Bayern de reducirles el salario, los dos primeros sí decidieron inyectarse la dosis.

Este próximo miércoles 8 de diciembre, Kimmich será baja ante el Barça por haber contraído la COVID-19. “A estas alturas me parece increíble. Cuesta de creer que en un país como Alemania todavía haya jugadores que no estén vacunados”, comenta para Sport Dossier el presidente del Col·legi de Metges de Catalunya y responsable de la salud laboral en el FC Barcelona, el doctor Jaume Padrós. “El fútbol es un deporte de contacto. Es cierto que se juega al aire libre, pero sigue siendo de contacto y existen espacios cerrados como los vestuarios”, dice Padrós. El doctor remarca, además, que Kimmich no solamente está perjudicándose a sí mismo, sino que también lo está haciendo con sus compañeros: “Desde el punto de vista de salud laboral, la obligación de la empresa es procurar las mejores condiciones a los trabajadores. Y desde el punto de vista preventivo, es innegable que la vacuna es eficiente para los individuos y para colectivos en los que conviven varias personas, como un equipo de fútbol”.

Los espectadores deben mostrar el certificado de vacunación y cumplir con las medidas sanitarias

Los espectadores deben mostrar el certificado de vacunación y cumplir con las medidas sanitarias / AFP

Referentes para la sociedad

Sport Dossier Bundesligano es obligatorio para los futbolistas profesionales ni tampoco para otros deportistas inyectarse la vacuna, porque hay que diferenciar entre el trabajo y el ocio”a favor de la obligatoriedad de la vacunación en los futbolistas profesionales”en estos momentos estamos discutiendo la obligatoriedad en ciertas profesiones, también porque creemos que los futbolistas tienen una función importante como modelos de conducta y porque su oposición tiene efectos muy negativos”

En la NBA, varios jugadores altamente mediáticos como Kyrie Irving decidieron no vacunarse, y defendieron su postura a capa y espada con la posibilidad de poder impactar en las decisiones de parte de la sociedad, teniendo en cuenta los millones de seguidores que arrastran en sus redes sociales. En este sentido, el doctor Padrós es rotundo: “No hay que olvidarlo, son referentes para un sector de la población y pueden ser ejemplarizantes con su actitud, tanto si se vacunan, como si deciden no hacerlo”.

Los jugadores de la selección española, como Gerard Moreno, fueron vacunados antes de la Eurocopa y de los Juegos Olímpicos

Los jugadores de la selección española, como Gerard Moreno, fueron vacunados antes de la Eurocopa y de los Juegos Olímpicos / RFEF

No obligar, sí convencer

La vacuna no es esterilizante, no evita el contagio, pero es obvio que reduce las posibilidades de infectar y minimiza la incidencia. Si comparamos los datos con los de hace un año, no hay color. Si alguien podía discutir la vacuna en sus inicios, por falta de información, ahora es evidente, rotundo e incontestable que funciona”Ya ha pasado y no ha transcendido, pero ha habido jugadores que no han querido jugar con otros compañeros que no están vacunados. Y de ahí, que el entrenador haya convocado, pero no alineado, al futbolista no vacunado”No se vulnera ningún derecho fundamental, porque se le convoca. De la misma manera que puedes no tener la preparación física para jugar, entiendo que el entrenador también puede decidir que si no estás vacunado, no juegas”

En este sentido, el doctor responsable de la salud laboral en el Barça cree que debe prevalecer el esfuerzo de los jugadores que se han vacunado. “Han de poder tener una discriminación positiva”, asegura. “El derecho de no vacunarse existe, pero si entra en conflicto con el derecho a la salud de otros es obvio que esta colisión se tiene que equilibrar. Alguien tendrá que decidir qué prevalece. Y aquí entra la habilidad del club y de los entrenadores”, expresa Padrós, que se muestra orgulloso del Barcelona por haber sido el primer club con centro de vacunación en todo el Estado y por haber conseguido que casi el 100% de los deportistas, trabajadores y técnicos estén vacunados: “El esfuerzo ingente que ha hecho el club por ser ejemplo para la sociedad ha sido notable”. Sin embargo, el doctor insiste en su crítica a los jugadores que siguen reticentes a vacunarse, especialmente aquellos profesionales que son una referencia para la sociedad. “A estas alturas, quien no se vacuna es por militancia antivacunas o por egoísmo e insolidaridad. Yo creo que no tenemos que normalizar esta situación en las actividades sociales”, concluye Jaume Padrós.