Maldito diario: Madrid, 7 de abril de 2022

Querido diario. Tenemos la Liga casi ganada, hemos arrasado al Chelsea y aun así hay quien me da palos. Y no palos de esos que hacen que nos piten penaltis a favor, sino de los que hacen que los que piten sean mis oídos. Un mal partido en París, un 0-4 intrascendente en el Bernabéu y ya os dio por encender las alarmas. ¿No os dije que estuvierais tranquilos? Parece mentira que no confiéis en el hombre que os dio la Décima contra el Atleti con un holgado y nada sufrido 4-1. Soy un experto en remontadas, y esta del Barça en Liga no la veo por ninguna parte.

Recuerda, querido diario, que sé de lo que hablo: ya me remontaron aquella vez en Estambul; esta vez no seré el cabeza de turco. Pero en Madrid parece que tengo yo la culpa de cualquier mal. Sí, de vez en cuando me equivoco. Pero todo lo soluciono con una buena frase en rueda de prensa. Ya sabes que para entrenar al Real Madrid hay que saber más de diplomacia que de fútbol. De hecho, escuchando lo que dicen de mí por ahí, me da por pensar que tengo madera de político español: llevo toda la vida haciendo lo mismo, no hablo mal del todo, no me faltan ganas de contentar a todo el mundo y, aunque a veces mis planteamientos son ridículos, nada importa si soy amigo de Florentino. ¿Que se me ha ido un poco la mano con algunas decisiones tácticas? Nadie es perfecto.

Me ha costado, pero en Stamford Bridge descubrí la fórmula: para no salir retratado, hay que mirar al ‘Pajarito’. He tardado en acertar, pero, oye, también ayudaría que los jugadores pusieran algo más de su parte de vez en cuando. No me vengas con que están cansados por mi falta de rotaciones. ¡Pero si les doy descanso siempre que lo necesitan! Mira a Benzema, que se pasó unos días sin jugar. Vale, estaba lesionado y luego hubo parón de selecciones, pero el otro día yo tenía pachanga con los colegas y ni lo llamé (solo le mandé un Whatsapp, por si acaso se animaba).

Me fío más de Karim cojo y tuerto que de Jovic y Mariano juntos. Por no hablar de Bale… Pero a Gareth lo entiendo: hay muchos días en los que yo también preferiría estar en Gales, o dónde fuera, antes que aquí, recibiendo palos de esos que no acaban en penalti, por mucho que intervenga el VAR. 

Carlo A.