Maldito diario: Julian Nagelsmann

Querido diario, se acabó lo que se daba. Haz las maletas, que nos vamos

¿Qué habrá fallado para que prefieran pagarme la barbaridad que me queda de contrato antes de aguantarme en el banquillo?

Nagelsmann, un final inesperado con el Bayern

Nagelsmann, un final inesperado con el Bayern / EFE

SPORTbyPanenka

Querido diario, se acabó lo que se daba. Haz las maletas, que nos vamos. ¿Qué habrá fallado para que prefieran pagarme la barbaridad que me queda de contrato antes de aguantarme en el banquillo? ¡Si íbamos lanzados en la Champions! ¿Qué pasa? ¿Que eliminar al PSG no tiene mérito? Bueno, a decir verdad, no mucho, no te voy a engañar… Pero ahí he dejado al Bayern, camino de la final. ¿La Bundesliga? ¿Qué os pasa a todos con la ?

¡Claro que la íbamos a ganar! Pero si eso es un mero trámite. ¿Cuándo has visto que se la haya llevado otro equipo? ¿Cómo? ¿Que eso ha pasado alguna vez? Primera noticia... Normal que no me acuerde, soy tan joven... Quizá por eso todas esas viejas glorias que dirigen el club se han puesto en mi contra. Un caso de edadismo que, tristemente, se ha silenciado.

¿Y los jugadores? Qué decir de ellos… Me han hecho una cama del tamaño de Baviera. No te creas lo de las ‘razones deportivas’... Ya sabes bien quiénes han sido los precursores del complot. Pero no daré nombres... ¿De qué me serviría señalar a un portero al azar o a dos delanteros cuyo nombre rima con ‘apuñalé’? No, no, no voy a seguir por ahí.

Que luego me acusan de arrogante (como si esa no fuera una cualidad ideal para encajar en el Bayern). Que se aclaren, por favor. Si llevan siete entrenadores en siete años, no hay duda de que el problema no lo tengo yo. Ahora traen a Tuchel y le pagarán más que a mí. Bravo. Al final, tantos años jugando en el Allianz les ha hecho parecerse a una compañía de seguros: cada nuevo contrato sale más caro.

Como demostró cuando ganó una Champions con el Chelsea, está claro que la especialidad de Tuchel son los clubes desesperados. Yo, en cambio, iré de grande en grande sin despeinarme. Ya me están haciendo sitio en el Real Madrid. No son los únicos que suspiran por mí: también me han llamado del Tottenham, y se lo agradezco, pero ya les he dicho que no, que ahora que por fin he empezado a levantar trofeos, sería una pena dejar de ganarlos.