Maldito diario: Jordi Alba

Quién me iba a decir que al final sería Luis Enrique el único que pensaría en mí en estos momentos tan complicados

Xavi, tío, pensaba que éramos amigos. ¿Ya no te acuerdas de todo lo que conseguimos juntos?

Jordi Alba entrenando con la Selección

Jordi Alba entrenando con la Selección / Jordi Alba

SPORT by Panenka

Querido diario. Qué bien sienta estar en un lugar en el que te aprecian. Quién me iba a decir que al final sería Luis Enrique el único que pensaría en mí en estos momentos tan complicados. Pero ya se sabe que todo en esta vida es cíclico, que donde las dan las toman y que todo lo que sube, baja (excepto algunos laterales).

Tal y como he empezado la temporada, tenía pinta que la única forma de jugar en Catar esta temporada sería fichar por el Al-Sadd (mejor no le demos ideas a Laporta y Alemany…), pero con la ‘Roja’ puedo volver a ser mundialista. Lucho es un visionario. Está convencido de que sigo en forma, y no le falta razón, pero tiene mérito darse cuenta de ello solo viéndome ‘descansar’ en el banquillo.

Porque reconozco que cuando estoy sentado en el banco no parezco precisamente listo para la acción. Me aburro y me desconcentro mucho, incluso más que cuando estoy jugando y me toca defender. Otro partido más como el del día del Elche y no descarto pegarme una buena siesta de 90 minutos, especialmente si me vuelve a tocar ser suplente.

Pero esto hay que arreglarlo de puertas para adentro. No lo vamos a convertir en un show. En público, solo abriré la boca para bostezar. Xavi, tío, pensaba que éramos amigos. ¿Ya no te acuerdas de todo lo que conseguimos juntos? Antes molabas... Tantos años de amistad al final han acabado siendo en Balde.

Lo que más me duele es tener que leer a periodistas que escriben que soy un problema en el vestuario. Es que menudo palo tener que leerlo... Pero también me parece mal lo que dicen sobre mí. Aun así, puedo asegurarte que no es verdad. No te voy a negar que en estos años he podido causar algún que otro altercado en el vestuario, sobre todo por culpa de mis aportaciones a la playlist de la plantilla (¿qué quieres que te diga? Soy un romántico).

Pero siempre voy a hacer lo mejor para el club. Por eso decidí no marcharme al Inter de Milán. ¿Cómo quieres que refuerce a un rival directo? Llevo ya diez años aquí, y lo último que quiero es que el Barça pierda por mi culpa. En eso estamos todos de acuerdo. Xavi incluido.