Maldito diario: Gavi

Después de la Supercopa que me marqué, estoy en boca de todos

Yo que acabé contento porque no me habían sacado amarilla, y resulta que la gente estaba maravillada con mi gol, mis dos asistencias y el partido de MVP que hice

Gavi y Araujo celebran la Supercopa

Gavi y Araujo celebran la Supercopa / FCB

SPORTbyPanenka

Querido diario. Esto es un sueño. Después de la Supercopa que me marqué, estoy en boca de todos. Yo que acabé contento porque no me habían sacado amarilla, y resulta que la gente estaba maravillada con mi gol, mis dos asistencias y el partido de MVP que hice.

Que se aclaren, por favor, que estaban tan pesados diciendo que tenía que frenar un poco, que ahora no acabo de entender que haya pasado de ser un chico “inmaduro” a “todo corazón”. La vida adulta es más complicada de lo que pensaba.

Estoy haciendo historia en el club. Ojo, porque lo que he conseguido no lo había logrado nunca nadie: soy el primer centrocampista español salido de La Masia que no importa que su apellido no acabe en -inho. “Si se llamara Xavinho, si se llamara Pedrinho…”. ¿Por qué conmigo no?

Con lo bien que quedaría mi nombre con un toque brasileño (el pasado domingo Militão, Vinicius y Rodrygo también hubieran preferido que yo fuera de los suyos). Pero me queda mucho por hacer. Calma. Hay jugadores que han brillado al llegar al primer equipo y acabaron fracasando. Sé de lo que hablo: mi representante es Iván de la Peña.

Estoy muy bien en este Barça, no te lo voy a negar. Una plantilla con chavales de mi edad y adultos que se enrollan bastante. Como Lewy, que es como un hermano mayor. Yo le doy asistencias y él me da consejos; así funcionamos. Últimamente insiste bastante en que me ponga con el inglés, que coma sano y que evite los refrescos.

Debo parecer más maduro de lo que soy. Si no, no me explico que Robert me pida que tenga los propósitos de año nuevo de un tío de 35 años. Pero aunque el domingo pareciera el padre de toda la defensa del Madrid, soy un chico de 18 años que se olvida de atarse los cordones y que no tiene carnet de conducir ni contrato profesional con el Barça.

Que sí, que está firmado y que, cuando el club pueda inscribirlo, lo hará. Pero, de momento, soy simplemente un juvenil. ¿Hasta cuándo? Tienen suerte de que, cuando hay un balón de por medio, me olvido de todo lo demás.

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