El 'maldito diario' del 16 de abril, por Luuk de Jong

Luuk de Jong celebra el tanto de la victoria contra el Levante

Luuk de Jong celebra el tanto de la victoria contra el Levante / EFE

Dossier by Panenka

Querido diario. Me gustó eso de ser el jugador de moda después de ganar al Levante. Quién les iba a decir a los que me querían convertir en un meme que a estas alturas de temporada, sin mis goles, el único meme sería el Barça.

Hablo de la Liga, por supuesto. ¿Os imagináis que fuéramos séptimos? Pues ahí es dónde estaríamos sin mis testarazos, con ocho puntos menos. Y todo ello lo he conseguido jugando muy de vez en cuando. ¿Qué necesidad hay de desgastarse? Salgo diez minutos, meto mi gol, y a la ducha, que es tarde. Más que un futbolista, parezco un contable o un funcionario de Hacienda: la mayor parte del tiempo me la paso sentado, porque lo mío no es el trabajo físico, soy más de ganarme la vida usando la cabeza.

Los que me criticaban hace unos meses porque no tenía nivel para ser titular en el Barça y solo servía para rematar centros… tenían toda la razón del mundo. Lo que pasa es que cuando marco les parece fantástico que sea su suplente y que solo me dedique a rematar. Pero luego, si fallo, se cabrean porque no tengo nivel para ser titular en el Barça y solo sirvo para rematar. No se aclaran. Para que luego digan que el que está desubicado soy yo.

Ahora están más tranquilos, pero hace un tiempo se pasaban conmigo. “Hay que pedirle perdón a Luuk, le faltaron al respeto”, leí esta mañana en la prensa. A ver, he pasado de estar medio olvidado en el Sevilla a que en el Camp Nou hasta se coree mi nombre; así que creo que superaré el trauma. Además, Xavi me apoya: siempre destaca que estoy demostrando ser “un gran profesional”.

El de futbolista es el único empleo en el que a uno le aplauden cuando cobra por trabajar poco y no se queja. Pero, ojo, que ese es un halago envenenado. No os fiéis cuando dicen que un jugador es “muy profesional”. Es como cuando preguntas si alguien es guapo, y te contestan: “Bueno, es simpático”.