El delirio se aproxima a Nápoles

33 años después de la gran gesta conseguida con Diego Armando Maradona, el Scudetto vuelve a estar cerca del sur de Italia

La ciudad partenopea se prepara, con mucha cautela, para vivir ‘il delirio’

Victor Osimhen

Victor Osimhen, baja por precaución / AFP

Adrià Soldevila

Adrià Soldevila

Hacía más de 30 años que Nápoles no vivía una situación parecida. Más de tres décadas desde que el equipo de la ciudad no tenía tan cerca un título de liga. La última vez que el Scudetto se bañó de azul celeste, un tal Diego Armando Maradona se enfundaba la camiseta con el ‘10’ y levantaba de sus asientos a los miles de napolitanos que hacían del estadio San Paolo una caldera temible. El Napoli tiene únicamente dos ligas en sus vitrinas, algo que contrasta con su aura de club histórico, con 118 años de vida.

Pese a lo que pueda parecer hoy por sus habituales participaciones en la Champions, no fue un grande de Italia hasta la llegada de Maradona. Antes de que el ‘Pelusa’ pusiera patas arriba la ciudad con sus malabarismos y goles de fantasía, el conjunto partenopeo tenía en su museo dos títulos de Coppa, conseguidos en 1962 y 1976. Pero nada más. Lejos quedaba la leyenda del ‘Grande Torino’, el Genoa de principios de siglo XX, el Bologna de los años 20 y 30 o el ilustre Pro Vercelli, ahora deambulando por la Serie C pero campeón de siete Scudetti entre 1908 y 1922. Por no hablar de los dos equipos de Milán y la inalcanzable Juventus.

El Napoli de Luciano Spalletti lo tiene todo en su mano para devolver la liga al sur de Italia 33 años después. Solamente un tropiezo mayúsculo puede impedir que el trofeo viaje hasta la costa de la Campania. Sería sorprendente. Porque está cuajando una liga soberbia. En las 25 jornadas disputadas, solamente ha perdido un partido y ha empatado otros dos. El resto, todo victorias, goleando incluso a una Juventus que salió trasquilada de San Paolo con una manita de goles y una superioridad insultante de los locales. Esta temporada, el Napoli no tiene rival. “Ya ha ganado el Scudetto, reconoce a Sport Dossier Giuseppe Bruscolotti, el histórico capitán del conjunto liderado por Maradona. “Son demasiados puntos de diferencia. Para no ganar el campeonato tendrían que dejar de jugar”, añade el lateral derecho, que vistió la camiseta del Napoli durante 16 años, entre 1972 y 1988. El excapitán lo tiene clarísimo: “¿Cómo se pierden 18 puntos en 13 jornadas? Diría que la carrera ya ha terminado”.

La gran sensación de la Serie A es el georgiano Kvaratskhelia, por el que ya se pelean todos los grandes

La gran sensación de la Serie A es el georgiano Kvaratskhelia, por el que ya se pelean todos los grandes / AFP

Quizá porque ya sabe lo que es levantar una liga, el exfutbolista demuestra mucho más atrevimiento que el resto de napolitanos. En la ciudad, el Scudetto todavía es un tema tabú pese a la distancia de puntos que separa al equipo de los principales perseguidores en la clasificación. No se puede hablar todavía de ser campeón. La experiencia lo aconseja, aunque nunca se ha estado tan cerca. El Napoli de Maurizio Sarri llegó a sumar 91 puntos en la temporada 2017-18, pero no terminó siendo campeón porque la Juventus consiguió cuatro puntos más. Y eso que hasta la jornada 26 los sureños fueron líderes. Pero varios tropiezos en los momentos clave alejaron a los celeste del tan deseado título. “Hay que entender a los napolitanos. Son una sociedad tan supersticiosa y arraigada a las creencias de aquello que lleva suerte y aquello que no la lleva que no quieren ni hablar de ganar hasta que no sea real”, cuenta Paula Paño, periodista catalana radicada en Nápoles. Y es que en la última década, el Napoli ha tenido equipo suficiente y posibilidades reales para competir por unos títulos que no ha llegado a conquistar. El de Sarri consiguió 91 puntos con jugadores de primera clase como Lorenzo Insigne –el eterno capitán–, pero también Dries Mertens, Kalidou Koulibaly, Allan, Jorginho o el eslovaco Marek Hamsik, representante de una generación que también emocionó a Italia años antes con Walter Mazzarri en el banquillo y con Edinson Cavani, Ezequiel Lavezzi, Gokhan Inler, Juan Camilo Zúñiga o Paolo Cannavaro –el entonces capitán– en el campo. Aquella generación, además, practicaba un fútbol alegre y vistoso.

De Laurentiis y Spalletti

El presidente, Aurelio De Laurentiis, no ha estado nunca tan cerca de ganar la liga. Compró el club en 2004, construyó plantillas ilusionantes, pero el proyecto definitivo no llegó hasta la contratación de Luciano Spalletti en verano de 2021. El propietario y presidente del club le dio al técnico toscano galones para que diseñara y ejecutara su plan, incluso desmembrando al equipo con las salidas de Insigne, Mertens y el tan querido Koulibaly. Pero las figuras no lo son todo. “Spalletti ha conseguido unir a un grupo de grandes jugadores como hizo Guardiola cuando entrenaba al Barcelona. No tenemos a Maradona, pero ahora tenemos, además de un gran equipo, a jugadores que te pueden solucionar el partido cuando lo necesitas. El grupo funciona entero”, expone Bruscolotti, que señala directamente a Victor Osimhen y Khvicha Kvaratskhelia como los diamantes de la plantilla.

Entre ambos han marcado 29 goles (19 el nigeriano, diez el georgiano), más que el Torino, el Monza, la Fiorentina, el Empoli, el Sassuolo, el Lecce, la Salternitana, la Spezia, el Hellas Verona, la Cremonese y la Sampdoria. Es decir, dos jugadores del Napoli han marcado más tantos que once equipos de la Serie A. Y eso que el excapitán de aquel histórico conjunto no las tenía todas antes de que empezara la temporada: “Cuando se fueron Insigne, Mertens y Koulibaly, muchos pensamos que el Napoli haría un campeonato mediocre. Sin embargo, con los cambios ha crecido y ha ido adelante. Ha logrado una distancia notable”.

Maradona llevó al Napoli a conseguir sus dos únicos títulos de liga en 1987 y 1990

Maradona llevó al Napoli a conseguir sus dos únicos títulos de liga en 1987 y 1990 / Getty Images by PANENKA

No ha levantado todavía el título, pero para los jóvenes de Nápoles, Luciano Spalletti ya es un referente. Hasta hoy, las paredes de la ciudad estaban reservadas a Maradona. Ahora empiezan a aparecer unas palabras que los napolitanos tienen grabadas a fuego: Uomini forti destini forti; uomini deboli, destini deboli (hombres fuertes, destinos fuertes; hombres débiles, destinos débiles). “Es una frase que se han hecho suya”, explica Paula Paño, que empieza a ver movimientos indicativos de que algo excepcional está por llegar. “Es verdad que los engranajes del marketing se han puesto en marcha, ves más escaparates de color azul y más lugares ilegales de venta de camisetas. Se respira ambiente pre-título”, cuenta la periodista, aunque sigue habiendo mucha prudencia.

“En la ciudad se respira una calma tensa porque todos saben que la liga será del Napoli, pero no lo pueden decir porque creen que entonces no se cumplirá. No harán bandera del título antes de tiempo. Llevan ese miedo encima”, explica Paño, que es consciente de que la ciudad se prepara para ‘il delirio’, algo que muchos jóvenes todavía no han experimentado: “Sus abuelos y padres se lo han contado, pero nuestra generación no lo ha vivido”. Quien sí conoce esa sensación es Bruscolotti. “Hay que verla, la ciudad. Yo la he visto y es un momento único. Me imagino que habrá muchísima gente en la calle. Veremos cosas increíbles. Solo los napolitanos pueden crear estos ambientes. Ya se empiezan a ver cosas cuando paseas por cualquier rincón, pero cuando las matemáticas dicten sentencia, esto será apoteósico”.