El bautizo de Ronaldinho

El derbi de Porto Alegre, ciudad sureña de Brasil, capital del estado de Rio Grande do Sul, tiene hoy más de un siglo de historias marcadas por una manera excesiva de entender el juego

Es un día grande: se decide el Campeonato Gaúcho, y a la final han llegado los dos gigantes

Alisson, con Matheus dos Santos, entre un Internacional - Gremio de la Copa Libertadores

Alisson, con Matheus dos Santos, entre un Internacional - Gremio de la Copa Libertadores / EFE

CARLOS MARTÍN RIO

El chaval tiene 19 años y juega con Grêmio. Es un día grande: se decide el Campeonato Gaúcho, y a la final han llegado los dos gigantes. Tercer y definitivo encuentro de la serie decisiva. La defensa de Internacional sube la intensidad de sus entradas a medida que ese ‘10’ de sonrisa contagiosa se descontrola. ¿Quién es?, se pregunta ya el mundo. ¿Quién diablos es ese mago que ha marcado el gol que da el título a Grêmio y que ha vuelto loco al mismo Dunga con un sombrero antológico y un regate de rabona que todavía nadie ha tenido tiempo de bautizar? Su nombre es el anticipo del fútbol del siglo XXI. Se llama Ronaldinho.

El derbi de Porto Alegre, ciudad sureña de Brasil, capital del estado de Rio Grande do Sul, tiene hoy más de un siglo de historias marcadas por una manera excesiva de entender el juego. Las hay para todos los gustos. Aquel duelo de 1999 que catapultó a ‘Ronnie’ seguramente es la que acumula más reproducciones en YouTube, pero los ‘Colorados’ de Internacional prefieren quedarse con el señalado como ‘Gre-Nal del siglo’ (Gre-Nal, sí: un apelativo muy brasileño para referirse a un derbi, fruto de la combinación del nombre de los dos rivales, al estilo Fla-Flu o San-São). A decir verdad, la instancia estaba muy por encima en importancia. Fue la vuelta de las semifinales del Brasileirão del 88. Después de una ida sin goles, Inter se las apañó para remontar el gol inicial gremista e imponerse 2-1 pese a jugar con un futbolista menos desde el minuto 38. Aquel triunfo no le permitió, sin embargo, alzar un título nacional que ha logrado tres veces (1975, 1976 y 1979), una más que su rival, campeón en 1981 y 1996. Grêmio, en cambio, tiene ventaja en el capítulo de Libertadores, con tres (1983, 1995 y 2017). Inter tiene dos (2006 y 2010); la primera de ellas, por cierto, la que le dio el pase a un Mundial de Clubes en el que sorprendería, qué cosas, al Barça de Ronaldinho.

Cuestión de clase

El primer Gre-Nal data de julio de 1909. Ese día ya se asentó un registro aún hoy sin superar. Los gremistas consiguieron un 10-0 de récord, reflejo de su mayor experiencia. Fundado en 1903, Grêmio ya tenía algún trofeo del que presumir cuando se cruzó con un Internacional que había visto la luz solo tres meses antes. El nombre del nuevo club no es casualidad: iba a ser una entidad democrática que aceptaría a jugadores de distintos orígenes, un compromiso fundacional en contraposición a la política excluyente del vecino, creado por miembros de la comunidad de ascendencia alemana, que gozaba de preferencia y exclusividad. Los ‘Tricolores’, de clase media-alta aupada por el auge de la industria. Los ‘Colorados’, impulsados por los hermanos Poppe, de raíces italianas, de ambiente más popular y multicultural. Esa mayor apertura se mantuvo en los años posteriores. Uno de los grandes conjuntos de Inter fue el de los 40, la llamada ‘Apisonadora’, que tiranizó el torneo estadual y que ya contaba con futbolistas negros en sus filas. Desde el bando gremista no anunciaron que dejaban de lado esa política racista hasta 1952.

A golpes

De las 437 ediciones del derbi, los de rojo dominan 160-139 en el cómputo de triunfos. Los gremistas, en cambio, llevan la delantera en títulos nacionales e internacionales (15-11), aunque Inter puede presumir de haber alzado cuatro torneos estaduales más que su rival (45 a 41). Una grandeza que suma. Juntos, son una potencia: se reparten 86 de los 102 torneos gauchos. Pero no les habléis de simbiosis. La animadversión existe y, de hecho, ha superado últimamente los límites aceptables. Hace un año, el derbi se suspendió por primera vez después de que aficionados de Internacional apedrearan el autobús que transportaba a Grêmio, lo que dejó varios heridos y envió al jugador paraguayo Mathías Villasanti al hospital con una conmoción. Y en 2021, después de un triunfo de Internacional que acercaba a los gremistas al abismo de la Série B, algunos futbolistas lo celebraron con ataúdes que representaban el descenso de su archienemigo, lo que provocó una batalla campal sobre el césped.

Pero Grêmio subió a las primeras de cambio, y mientras prepara su reaparición en la Série A, muestra su nueva cara en el Gauchão, donde ya sabe que terminará la liga regular como líder. Un horizonte de esperanza que se personifica en el exbarcelonista Luis Suárez, que va a gol por partido con la recién estrenada camiseta tricolor. Su sonrisa permanece inconfundible. Igual que aquella que, hace dos décadas, vimos brillar por primera vez. 

GRÊMIO-INTERNACIONAL

PORTO ALEGRE

30°01’58’’S 51°13’48’’O

Población

1.488.000 habitantes

País

Brasil

Distancia entre estadios

11,3 km: del Arena do Grêmio (aforo, 60.540) al Beira-Rio (aforo, 50.128)

Hat-trick de consejos

CÓMO LLEGAR

Si quieres llegar hasta Porto Alegre desde España tendrás que tomar, por lo menos, dos aviones. Puedes volar directamente hasta el país sudamericano y hacer escala en São Paulo. La otra opción es pasar por Lisboa. Por historia y cultura, Portugal está ‘más cerca’ de Brasil.

QUÉ VISITAR

Alejada de los clichés que nos llegan de Brasil, descubrir Porto Alegre es empaparse de la cultura gaucha. También de un pasado colonial evidente en su centro histórico, que puedes recorrer a pie. Aprovecha para contemplar, y visitar, el mercado público.

DÓNDE SALIR

En la Cidade Baixa se acumulan restaurantes y locales de ocio nocturno con un toque bohemio. Si tienes hambre, no te pierdas las especialidades locales. Hay mucho donde elegir, pero la carne asada, que aquí llaman churrasco, es el plato más celebrado.

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LUNES, 06.03.23 (00:00 h)