Una batalla a la sombra

Este curso, después de casi una década sin llevarse la liga, las cosas se le han vuelto a poner de cara para el Lech Poznan

Este sábado se mide en el derbi local al Warta Poznan

Partido entre el Warta Poznan y el Lech Poznan

Partido entre el Warta Poznan y el Lech Poznan / @PiotrLesniowski / Warta Poznań

Marcel Beltran

Cuando los aficionados del Legia de Varsovia sacan pecho al mostrar las 15 ligas de Polonia que descansan en las vitrinas de su museo, los hinchas del Lech Poznan, afincados 300 kilómetros más al oeste del país, mucho más acostumbrados a morder el polvo, les dicen que no miren tan atrás en el tiempo y colocan un nombre encima de la mesa: Robert Lewandowski. Y es que resulta que el actual delantero del Bayern, principal estandarte del fútbol polaco en las últimas décadas e indiscutible ídolo nacional, despegó como jugador defendiendo los colores del Lech, después de no recibir la confianza suficiente en el club de la capital, donde había arrancado su andadura deportiva. Con dos temporadas sobresalientes en Poznan, en las que acumuló 41 tantos y varias actuaciones premonitorias, Lewandowski consiguió que los scouts del Borussia Dortmund clavaran sus ojos en él, y que le acabaran ofreciendo un contrato. El resto, como suele decirse, es historia.

Pero no nos engañemos. Si en el Lech sacan a relucir constantemente la carta del actual capitán de la selección es porque, a nivel de palmarés, siguen estando muy lejos de los logros de los principales clubes de la Ekstraklasa, entre los que también hay que incluir al Wisla de Cracovia. Siete campeonatos domésticos y cinco copas sigue siendo muy poco botín para un conjunto que aspira a tutear a los más grandes. El ‘Kolejorz’, que es como se conoce popularmente a la entidad por su vinculación histórica con la empresa de Ferrocarriles Estatales (el término significa ‘ferroviario’ en polaco), fue fundado hace justo un siglo pero tuvo que esperar a la década de 1980 para empezar a encadenar etapas de cierto esplendor. En una de ellas, llegó a discutirle una eliminatoria europea al Barcelona. Nos remontamos a la Recopa 1988-89, cuando los azulgranas, comandados por Johan Cruyff desde el banquillo, tuvieron que recurrir a los penaltis para zafarse de los polacos, después de un cruce de octavos completamente ajustado (1-1 y 1-1). El Barça, que a la postre levantaría el título, no volvería a pasar tantos apuros en todo el torneo.

Con este historial, parece comprensible que en el Lech Poznan prefieran quedarse con los recuerdos más recientes, o aferrarse directamente a la más pura actualidad: este curso, después de casi una década sin llevarse la liga, las cosas se le han vuelto a poner de cara, y a falta de dos jornadas para el final, lidera la clasificación nacional con dos puntos de ventaja sobre el Rakow Czestochowa. Este sábado se mide en el derbi local al Warta Poznan, que, paradójicamente, agradecería sumar algún punto para arrebatarle la décima posición de la tabla al propio Legia. En otro contexto, puede que sus vecinos incluso se plantearan hacerles el favor con tal de herir aun más el orgullo de sus rivales capitalinos. Pero, con el entorchado en juego, esa hipótesis no es plausible.

Si las dimensiones del ‘Kolejorz’ no pueden compararse a las de los principales equipos de Polonia, con el Warta ya mejor ni intentarlo. Al menos hoy. Porque históricamente sí que tiene argumentos para presumir, incluso frente a la hinchada de su enemigo ciudadano, pues fue creado diez años antes, en 1902. El Warta fue uno de los clubes fundadores de la liga polaca, que llegaría a ganar en dos ocasiones. Durante la primera mitad del siglo XX, su ascendencia era tal que nadie dudaba en considerarlo un serio candidato a todos los títulos nacionales. Pero dos acontecimientos fulminaron esa grandeza y provocaron que la institución cambiara para siempre. Primero, la ocupación alemana, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, que se saldó con varios de sus jugadores y dirigentes ejecutados en campos de concentración nazis.

Segundo, los años del estalinismo, que fueron especialmente duros para el Warda; el Gobierno comunista de la región le quitó a sus mejores talentos y le obligó a cambiar de nombre, favoreciendo claramente los intereses de un Lech que a partir de entonces pasaría a ser el principal conjunto de la ciudad. El Warda, que en su día llegó a disputar sus partidos ante 60.000 espectadores, hoy juega como local a las afueras, en el Stadion Dyskobolii, con capacidad para 5.400 aficionados. En 2020 regresó a la máxima categoría del país después de no pisar la élite en 25 años.

Empequeñecida por el peso de la historia y la crudeza del destino, la ciudad de Poznan mira de reojo a Varsovia y Cracovia mientras sueña con recortar distancias y volver a discutirles la hegemonía futbolística. De momento, con el regreso del Warda, ha recuperado su derbi, que no es poco. Y ojo, que el de este fin de semana no es uno cualquiera: de él podría salir el nuevo campeón de Polonia. 

Warta Poznan-Lech Poznan

POZNAN

52°24’30’’N 16°56’01’’E

Población (área metropolitana)

540.000 habitantes

País

Polonia

Distancia entre estadios

40 km: de Stadion Dyskobolii (aforo, 5.400) a Stadion Poznan (aforo, 45.800)

HAT-TRICK DE CONSEJOS

CÓMO LLEGAR 

Poznan dispone de su propio aeropuerto internacional. También está conectada por autopista con Varsovia o Berlín, de las que la separan unas tres horas en coche. Si uno está de ruta por Polonia y Alemania, no es mal sitio para hacer una parada.

QUÉ VISITAR

La plaza del Mercado Viejo resume perfectamente la historia y el encanto de la ciudad. En ese punto emblemático se juntan edificios góticos, renacentistas, barrocos y neoclásicos, muchos de los cuales fueron reconstruidos después de la Segunda Guerra Mundial.

DÓNDE SALIR

Si te gusta la cerveza, no te vas a aburrir. Especialmente recomendables son las visitas a la cervecería de Lech, una de las grandes marcas de Polonia. El tour acaba en un bar. Para que cierres el día por todo lo alto.

PRÓXIMO PARTIDO

HOY, 14.05.2022 (15:00h)