Normativa controvertida

Presiones de cazadores, tiendas y granjas debilitan la ley de protección animal

La norma ha sufrido varias mermas porque el PSOE "no quiere incomodar a los sectores que se lucran" con los animales ni al mundo rural, denuncian los animalistas

La ley preve endurecer las penas por maltrato.

La ley preve endurecer las penas por maltrato. / EFE

Patricia Martín

Cazadores, de un lado, y 

animalistas

, por otro, están librando una batalla en torno a la ley de protección animalque acaba de comenzar su tramitación en el Congreso. Los primeros piden que se deje fuera a los animales auxiliares utilizados en la caza y los segundos que se proteja a todos, sin excepciones. Y el PSOE se ha posicionado del lado de la Real Federación de Caza y ha presentado una enmienda destinada a que los animales que participan en las actividades cinegéticas queden fuera de legislación. Este movimiento ha provocado el enfado de las protectoras de animales, que con frecuencia se tienen que hacer cargo de esos galgos y podencos que son maltratados o abandonados al finalizar la temporada de caza.

Pero la polémica enmienda no es la única acción del PSOE encaminada a retocar una ley impulsada por la Dirección General de Derechos de los Animales, que se encuadra en el Ministerio de Derechos Sociales capitaneado primero por Pablo Iglesias y ahora por 

Ione Belarra

. En un inicio, la ley ya provocó roces con el Ministerio de Agricultura (en manos del socialista Luis Planas), cuando este departamento manifestó su intención de impulsar una legislación específica para los perros de caza y las rehalas adaptadas a sus circunstancias. El choque interno ocasionó que la aprobación de la ley, por parte del Consejo de Ministros, se retrasara hasta febrero de 2022, aunque en ese el primer momento el ala socialista no logró su propósito.

Sin embargo, un mes después, se produjo la gran manifestación del mundo rural en Madrid, donde agricultores, ganaderos y cazadores corearon todos a una "basta ya de políticas anticaza y de estar entregados al animalismo". La protesta y los reparos expresados por varios sectores hicieron mella y el pasado agosto, cuando la norma se aprobó en segunda vuelta por el Gobierno, desaparecieron varios artículos. Los animalistas interpretan que la rebaja se debe a que el PSOE quiere "limitar la aplicación de la ley a las mascotas para no incomodar a los sectores que se lucran" de los animales ni al mundo rural, según afirma Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis.

Las mermas

Entre las mermas que ha sufrido la ley destaca que las tiendas de mascotas podrán vender aves, tortugas, reptiles y otros animales excepto perros, gatos y hurones mientras que el anteproyecto inicial les limitaba el negocio mucho más, ya que les prohibía comercializar cualquier ser vivo excepto los peces. Eso sí, la zona de venta deberá estar separada físicamente del resto de la tienda para evitar "compras compulsivas" que luego se puedan traducir en el abandono de animales, según Gascón.

Además, el primer borrador prohibía las granjas de visones americanos y en la ley enviada a las Cortes ha desaparecido y, por tanto, podrán sobrevivir las más de 30 granjas peleteras existentes en España. Asimismo, se han suprimido las menciones a los caballos y equinos, con lo que Gascón interpreta que no se les aplicará la norma y "dependerán de normativas autonómicas que son insuficientes". Solo se mantiene que en las romerías o cabalgatas, sin mencionar específicamente a los caballos, los animales deberán tener un estado "higiénico-sanitario óptimo" y se deberá a atender sus "necesidades de descanso".

Por último, "atendiendo a los presiones de los cazadores", se ha suprimido la necesidad de que los propietarios esterilicen a los perros y se ha limitado solo a los gatos, "lo que permitirá que continúe la cría descontrolada aunque se haya evitado su venta salvo por criadores profesionales".

Las protestas

El Director General de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, admite que la ley ha sufrido cambios fruto "del debate" en el seno del Gobierno entre "las posiciones más proteccionistas y las que menos" y se ha tenido que "llegar a acuerdos". Por ello, admite que aún "queda un largo camino por recorrer". En este camino, su logro más importante sería conseguir que el PSOE retire la enmienda destinada a que la ley no sea de aplicación a los animales que se usan en la caza (perros pero también perdices o hurones). Medida que ha sido aplaudida por algunos de los barones socialistas con más presiones del mundo rural. Asimismo, Podemos tratará de recuperar, en la tramitación parlamentaria, el resto de medidas incluidas en el anteproyecto inicial.

Derechos Sociales se ha alineado con los animalistas, que han organizado varias protestas, como la que protagonizarán a las puertas del Congreso el próximo 30 de septiembre, coincidiendo con la jornada prevista por la asociación de parlamentarios defensores de los animales. García Torres confía en que surtan efecto porque de prosperar la enmienda socialista "la ley no sería igual" ni "protegería a todos los animales".

Los cazadores

Pero es posible que PP y Vox apoyen a los socialistas y la enmienda salga adelante, en un ambiente de rechazo a la ley que ha llevado incluso al PNV a pedir su devolución al Gobierno por motivos competenciales. Al mismo tiempo, la Real Federación de Caza no se conforma con la presentación de la enmienda y pide directamente la retirada de la ley ante "la evidente falta de consenso social, científico, técnico y político" que despierta.

El sector de la caza se ha posicionado en contra de una ley que considera "incompatible con el ejercicio de la caza", en palabras del vicepresidente de la Federación, José María Mancheño, pero también en contra de la reforma del Código Penal destinada a endurecer las penas por maltrato, dado que extiende la protección a todos los animales vertebrados en una redacción que es "tan ambigua que podría criminalizar a toda la caza".