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PLANES | Diez pueblos medievales en los que perderse esta Semana Santa

España tiene rincones maravillosos que visitar, y los días festivos de abril son un momento ideal para hacerlo

El pueblo medieval de Besalú, en la provincia de Girona.

El pueblo medieval de Besalú, en la provincia de Girona. / Shutterstock

P. T.

Con las vacaciones de

Semana Santa

de este 2023 a la vuelta de la esquina, es un momento perfecto para descubrir lugares de nuestro país que conservan todo el encanto que da la historia. Hay en España muchos pueblos medievales que rezuman belleza y que son un regalo para cualquier aficionado a la fotografía, a la gastronomía o simplemente a encontrar rincones más escondidos que la playa más cercana. Os traemos diez destinos que no os podéis perder en esta Semana Santa.

Besalú

Este pueblo de Girona es un centro turístico muy importante a pesar de no llegar a los 2.500 habitantes. Los arcos del puente que cruza el río Fluvia, que bordea Besalú, son una de las imágenes medievales más fotografiadas de nuestro país. Además de su tremenda belleza, cuenta con un argumento clave para convencer a los más 'frikis': aquí se rodaron algunas escenas de 'El retorno del Jedi', el sexto episodio de la saga 'La Guerra de las Galaxias'.

Sigüenza, en Guadalajara.

Sigüenza, en Guadalajara. / Shutterstock

Sigüenza

Ubicado en la provincia de Guadalajara, los enclaves orientados al uso militar durante el periodo medieval que podemos apreciar en este pueblo son uno de sus principales reclamos. Y, si la visita a las murallas y el castillo nos sabe a poco, todavía cuenta con la casa El Dondel, la Plazuela de la Cárcel o la catedral para asegurarse de que vale la pena visitar sus calles empedradas.

Tossa del Mar, Girona.

Tossa del Mar, Girona. / Shutterstock

Tossa del Mar

Volvemos a Girona para encontrar un poblado medieval fortificado único en la costa catalana. Su muralla, levantada originalmente para proteger a los pobladores de los asaltos piratas, data del siglo XIII, y sus torres, casas de piedra y calles estrechas se unen a sus playas para formar un conjunto absolutamente irresistible.

Buitrago de Lozoya, en Madrid.

Buitrago de Lozoya, en Madrid. / Shutterstock

Buitrago de Lozoya

Viajamos ahora a Madrid para descubrir un pueblo dividido en varias zonas, la más antigua de las cuales recibe el nombre de 'la villa'. Además de su sistema defensivo árabe, excepcionalmente bien conservado, la localidad cuenta entre sus más importante atracciones con una iglesia -Santa María del Castillo- y el Hospital del siglo XV, fundado por el Marqués de Santillana.

Frías, en Burgos.

Frías, en Burgos. / Shutterstock

Frías

Un pueblo llamado Frías no podía estar en ningún sitio que no fuera Burgos. La historia que han vivido sus calles, de la más antigua de España, empapa una localidad de apenas 282 habitantes que tuvo su momento de gloria bajo el reinado de Alfonso VIII. Recorrer la empinada cuesta que lleva hasta el castillo permite disfrutar de unas maravillosas vistas: kilómetros y kilómetros de vegetación verde y agreste.

Hondarribia, en Guipúzcoa.

Hondarribia, en Guipúzcoa. / Shutterstock

Hondarribia

En la desembocadura del río Bidasoa se levanta este hermoso pueblo medieval y marinero de Guipúzcoa. De considerable importancia en el pasado, cuenta con abundantes puntos turísticos, como palacios, murallas, dos castillos -el de Carlos V y el de San Telmo-, una iglesia gótica, casas nobles o torreones. E, incluso tras esta lista de sitios que visitar, todavía esconde muchos rincones secretos que vale la pena encontrar.

Sepúlveda, en Segovia.

Sepúlveda, en Segovia. / Shutterstock

Sepúlveda

Regresamos a Castilla y León para descubrir Sepúlveda, en plena provincia de Segovia. La muralla que la protege tiene tantas entradas que la conocen como la villa de las Siete Puertas, y una vez cruzamos los muros descubrimos un pueblo encantador, con hermosas iglesias como la de El Salvador y una plaza porticada en la que descansar. Su incomparable mirador se alza sobre el valle del río Duratón, una vista impresionante.

Pals, en Girona.

Pals, en Girona. / Shutterstock

Pals

Llegamos por tercera vez en esta lista a Girona. En la Costa Brava se levanta este precioso pueblo de estrechas callejuelas de piedra, con muros adornados con flores y plantas trepadoras y pasos con arcos. La iglesia de Sant Pere y las murallas cuentan con toda una historia detrás: están hechas con piedras del castillo semidestruido durante las revueltas campesinas contra el rey Joan II en los siglos XIV y XV.

Arévalo, en Ávila.

Arévalo, en Ávila. / Shutterstock

Arévalo

Este pueblo medieval está situado en Ávila y sus plazas porticadas y sus calles empedradas son famosas en la provincia. Cuenta con un castillo equipado con mobiliario original del siglo XV y que aloja asimismo el Museo de los Cereales. Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural y en él todavía hay numerosos ejemplos de arquitectura mudéjar castellana bien conservada.

Olite, en Navarra.

Olite, en Navarra. / Shutterstock

Olite

Terminamos esta lista en Navarra. En Olite, aunque tiene encanto más que suficiente para justificar cualquier visita con sus edificios de piedra y sus icónicas torres rematadas en punta, se levanta, en pleno casco antiguo, un castillo que los reyes navarros reconstruyeron durante el siglo XV. Si se os cae de los lugares a visitar en Semana Santa, siempre podéis volver en verano, cuando acoge el Festival de Teatro Clásico.