Contaminación acústica

"El oído se adapta, pero el ruido de los aviones es insoportable"

Vecinos de Xirivella y Mislata (Valencia) narran su día a día por el paso de aviones - Piden aumentar la huella acústica y repartir la ruta por otras zonas

"El oído se adapta, pero el ruido es ensordecedor"

Arturo Iranzo / EP

A.C.

"El oído se adapta, pero el...". El resto de la frase es inaudible. El paso de un avión sobre nuestras cabezas, de periodista y entrevistada, impide seguir con la conversación y obliga a hacer una ligera pausa. La aeronave es una de las decenas que sobrevuelan cada día Manises, Mislata, Quart y sobre todo Xirivella, el municipio más afectado por la huella acústica.

Si bien 

Aena 

ha invertido ya unos 14 millones de euros en la insonorización de más de 3.500 inmuebles en el entorno del Aeropuerto de València, los vecinos piden que esa huella debería ampliarse, además de repartir la entrada y salida de los aviones por todos los municipios próximos a la base aérea de Manises.

Antonio Guzmán es el presidente de la Asociación de Vecinos de Avenida de la Paz, entre Xirivella y Mislata. Así, recuerda cómo hace unos diez años, junto con otras cuatro personas, iniciaron un movimiento para combatir el ruido que provoca el paso de los aviones y lograr que se insonorizaran las viviendas. "Con el tiempo se ha ido consiguiendo que se aíslen las casas, por ejemplo todo nuestro barrio está insonorizado. Pero queremos que toda Xirivella esté insonorizada ya que es el municipio con mayor afección por ruido", afirma Guzmán. El dirigente vecinal también plantea que "se reparta el trazado de las rutas por otros municipios, por ejemplo Riba-roja donde pasan menos aviones. Aquí tienes uno cada cinco minutos". El presidente de la AVV admite que el aislamiento acústico que instala Aena es "efectivo pero obliga a tener las ventanas cerradas y en verano, sin aire acondicionado, estás perdido ya que en verano el tráfico aéreo es mayor y si tienes las ventanas abiertas estas muerto".

Pese a todo, se sigue animando a la gente incluida en la huella acústica y que no tiene la casa insonorizada a que inicie los trámites de petición. "Facilitábamos a los vecinos afectados todos los tramites que deben hacer", explica José Luis Sanz, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Xirivella, que reivindica "la necesidad de cambiar la ruta de entrada para que el ruido no afecte a Xirivella como lo hace ahora, siendo la más afectada por el ruido de los aviones". Sanz asegura que "el 100% de los pisos de Xirivella están afectados por el ruido" y las aerolíneas "no siempre respetan las rutas establecidas". Por tanto, insiste que el objetivo "es que se cambien las rutas en otra dirección y que no afecte tanto. Sabemos que es difícil pero no imposible".

"Salíamos al balcón a verlos"

Silvia La Peña lleva viendo pasar aviones sobre su casa desde los seis años

Y con el buen tiempo, el problema se agrava. "Pasan más aviones que en invierno y es cuando tu quieres abrir si quieres ventilación o fresco. Y ahí tienes que tirar de aire acondicionado si quieres estar tranquilo", dice , mientras un avión pasa por la azotea. "Llega un momento que el oído se adapta, pero hay veces que dices: ‘esto es insoportable’. Tampoco sé si será bueno para la salud", afirma.

Silvia La Peña incide en que las compañías han ido creciendo y ofreciendo más destinos desde Manises. "Si te da por contar, cada cinco minutos pasa un avión. Me parece bien que haya mas tráfico y destinos desde Valencia, pero creo que la solución no debe pasar por aislar las viviendas, sino por otras alternativas, como repartir las entradas y salidas al aeropuerto, ya que parece que solo pasan sobre nuestras cabezas y a veces llega a asustar de lo cerca que pasan", advierte.

Tres aires y dos ventiladores

Por su parte, Paco Magro es vecino de Xirivella desde 1979, y ha visto la evolución del problema durante las últimas cuatro décadas. "Con la insonorización se ha logrado evitar una parte del ruido pero Valencia permite abrir por su temperatura y entonces el ruido es infernal. Pueden pasar aviones cada minuto y eso es insoportable", señala. Pese a que reconoce que la huella acústica se ha ampliado "el ruido se escucha y afecta a toda el pueblo" porque el "aumento de aviones ha ido subiendo con los años".