Abusos sexuales en la Iglesia

Exalumnos recuerdan así a un cura acusado de pederastia

"En aquella época a mí me tenía aterrorizado", cuenta un antiguo escolar en el centro

Un sacerdote.

Un sacerdote. / EP

C. G.

Pocas personas recuerdan el paso del alumno José Luis Pereda por el Colegio Corazón de María de Zamora -el centro donde impartía clase el sacerdote acusado de pederastia

- y de hecho los exalumnos de aquellas épocas con los que ha podido contactar La Opinión de Zamora no son capaces de situar a la presunta víctima de los

abusos sexuales

. Por contra, mucha gente conoció por entonces al señalado por Pereda como presunto autor de las agresiones, un religioso de nombre Félix al que todo el mundo recuerda por los golpes en la cabeza que daba con el llavero a modo de admonición a los alumnos.

A partir de ahí las vivencias difieren. Hay quien recuerda al claretiano como un religioso incluso moderno, frente a los que iban aún con sotana y bonete en lo que era el colegio Corazón de María, repartido en dos edificios de la actual plaza del Cuartel Viejo. “Nunca le vi que hiciera ninguna cosa extraña ni oí hablar de nada raro”, comenta uno de estos alumnos con los que ha hablado este diario, más allá de actitudes de mano larga que eran moneda corriente en el trato de los docentes con sus alumnos en esos tiempos. Eran, claro, otras épocas en las que el castigo físico estaba totalmente admitido.

Aunque no era el director, “era de los que mandaban en colegio”. “Tenía la mano larga”, reconoce otro alumno que tuvo ocasión de tratar a Félix, pero no le cuadra que abusara de los chicos del colegio “más bien al contrario, creo que le gustaban mucho las chicas. Se salió de cura, daba clases de religión en un instituto de Madrid, se casó con una jovencita y tuvo un niño”. En el lado opuesto hay quien considera que esta violencia en el trato no era desde luego normal. “Había mucha agresividad general, de una manera particular este cura, que daba unas bofetadas o te daba con las llaves sin que supieras por qué. Y se oía que si te metía en un cuarto. A mí por aquella época me tenía aterrorizado”, cuenta un zamorano que no cree haber coincidido con el marine que ha denunciado la pederastia. Este zamorano sí cree que la denuncia es verosímil.