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Día mundial de la Salud Mental

Deporte, un aliado para cuidar el cuerpo y la mente

La práctica regular de ejercicio físico ayuda a prevenir y tratar los trastornos psicológicos

La práctica de deportes al aire libre contribuye a la mejora del estado de ánimo.

La práctica de deportes al aire libre contribuye a la mejora del estado de ánimo. / Generalitat de Catalunya

Aunque suele asociarse con una mejora de la condición física, los beneficios del deporte van mucho más allá del cuerpo, actuando como una excelente herramienta con la que fortalecer también la mente. Sus efectos positivos son notables desde el primer día, y tienen una explicación biológica muy sencilla: durante la práctica deportiva se liberan endorfinas, una hormona que bloquea la sensación de dolor y despierta respuestas emocionales placenteras. Así pues, se produce una mejora del estado de ánimo de forma casi immediata. Además, a largo plazo, la actividad física regular favorece cambios estructurales en el cerebro, especialmente en las áreas relacionadas con la regulación emocional.

Esta conexión entre actividad física y bienestar emocional ha ganado protagonismo en los últimos años, con una creciente evidencia científica que respalda su capacidad para reducir el estrés, aliviar la ansiedad, mejorar el estado de ánimo e, incluso, prevenir trastornos psicológicos. De hecho, un informe impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2020 reveló que el ejercicio «ayuda a frenar el deterioro cognitivo, la sintomatología depresiva y de ansiedad; además de mejorar el estado de ánimo, incrementar la autoestima y potenciar, en general, el bienestar». Así pues, el deporte emerge como un instrumento de salud integral.

Datos de la OMS señalan que el ejercicio ayuda a frenar el deterioro cognitivo y mejora el estado de ánimo

Salud integral

Numerosos estudios demuestran, además, una correlación directa entre los niveles bajos de práctica deportiva y una mayor incidencia de trastornos mentales. Ante esta realidad, se hace necesario articular estrategias públicas que integren la actividad física como una herramienta de prevención, acompañamiento y tratamiento.

Esta idea, que integra la salud física y mental, constituye el fundamento de Esport 360, un modelo impulsado por la Generalitat de Catalunya desde el Departament d’Esports que apuesta por la introducción transversal de la actividad física en todos los ámbitos de la vida —educativo, social, cultural y laboral— con el objetivo de construir comunidades más sanas, resilientes y cohesionadas. Al considerar el deporte como un elemento central en la vida cotidiana, Esport 360 busca no solo mejorar la condición física, sino también fortalecer el bienestar emocional de las personas.

Una rutina deportiva saludable debe enfocarse en la mejora de la condición física, pero también emocional.

Una rutina deportiva saludable debe enfocarse en la mejora de la condición física, pero también emocional. / Archivo

El programa aborda la salud mental desde múltiples perspectivas. La práctica deportiva a lo largo de todas las etapas de la vida puede desarrollar factores protectores que favorecen el crecimiento personal, la estabilidad emocional y el autocuidado. Así, el deporte actúa preventivamente para reducir el riesgo de aparición de trastornos mentales, como apoyo terapéutico en los procesos de recuperación, como herramienta para mejorar la estabilidad psicológica de quienes lo practican o como mecanismo compensatorio que corrige hábitos o prácticas poco saludables.

También en el alto rendimiento

Tan importante es el factor psicológico, que se ha convertido en un pilar fundamental también en el ámbito del deporte de élite. Los avances de las neurociencias y de la psicología deportiva han reforzado la idea de que preparar la mente es tan importante como preparar el cuerpo. Técnicas como la relajación muscular, la reestructuración cognitiva, la visualización, el control de la concentración y de los pensamientos, así como el fortalecimiento de la confianza, permiten al deportista gestionar la ansiedad precompetitiva y mejorar tanto su salud mental como su rendimiento.

La salud mental constituye un pilar esencial en el deporte de élite, influyendo directamente en el bienestar y el rendimiento del atleta

En Catalunya, cada vez más centros de entrenamiento, como el CAR (Centre d’Alt Rendiment) o el CCE (Consell Català de l’Esport), han desarrollado estrategias de seguimiento y revisión de la salud mental de sus deportistas, entendiendo que cuidar la mente es un elemento indispensable para preservar la salud y establecer las bases de un rendimiento óptimo.

Sin embargo, la mala praxis en la práctica deportiva y la gestión de la competición ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de muchos atletas. Los trastornos mentales en deportistas de élite son cada vez más visibles.

Según un estudio liderado por el exfutbolista francés Vincent Gouttebarge en 2019, la prevalencia de síntomas de salud mental en deportistas de élite en activo oscila entre el 19 % por abuso de alcohol y el 34 % por ansiedad o depresión, mientras que en deportistas retirados los rangos se sitúan entre el 16 % de angustia y el 26 % de ansiedad o depresión. Estas cifras subrayan la necesidad de profundizar en las causas que generan estos síntomas, que van desde la presión por el rendimiento y la competitividad extrema hasta la falta de preparación psicológica y apoyo institucional. En este contexto, el trabajo psicológico no solo se plantea como un soporte para mejorar el rendimiento, sino como una herramienta preventiva y protectora frente a los riesgos emocionales y conductuales asociados al deporte de alto nivel.

Correr, nadar o caminar puede ser una parte más del tratamiento de quienes padecen trastornos psicológicos.

Correr, nadar o caminar puede ser una parte más del tratamiento de quienes padecen trastornos psicológicos. / Archivo

Mantenerse activo como herramienta terapéutica

Gracias a su capacidad para influir positivamente tanto en el cuerpo como en la mente, el deporte se ha convertido en una herramienta fundamental no solo de prevención, sino también de tratamiento de distintos trastornos psicológicos.

La ‘Guía de prescripción de ejercicio físico para la salud’ se ha consolidado como una herramienta que permite a los profesionales integrar y recomendar la práctica deportiva como parte del abordaje terapéutico y de la promoción del bienestar mental.

  • Trastornos del sueño: El deporte puede actuar en los casos de trastornos del sueño como un sincronizador del reloj biológico interno, ayudando a que el cuerpo identifique con más claridad los momentos de actividad y de descanso. Se recomienda, por tanto, una rutina que incopore ejercicios de alta intensidad, para favorecer la aparición del cansancio; però que también incluya una importante parte de relajación posterior, que puede introducirse a través de prácticas como el yoga, los estiramientos o la meditación, y que facilitará la entrada en un estado de calma, más adiente para la conciliación del sueño.
  • Ansiedad y/o estrés: La práctica de ejercicio brinda a las personas que padecen ansiedad y/o estrés una sensación de control sobre su propio cuerpo, reduciendo así la sensación de incertidumbre y aumentando su confianza. Se recomiendan programas rítmicos y aeróbicos que movilicen grandes grupos musculares, (caminar, marchar, montar en bicicleta, nadar...), realizados a baja o moderada intensidad para evitar que la actividad física actúe como desencadenante de una crisis de pánico.
  • Depresión: En episodios de depresión, lo más recomendable son los ejercicios aeróbicos, que pueden combinarse con los de fuerza para incrementar sus beneficios. También es beneficioso el trabajo de flexibilidad. No obstante, lo más importante es realizar la actividad con regularidad, siempre ayuda hacerlo en compañía de familiares o amigos, ya que mejora la motivación y facilita la adaptación a la nueva rutina. A la vez, cuando sea posible, resulta positivo optar por deportes al aire libre, pues contribuyen a la mejora del estado de ánimo.
  • TDAH: En el caso del TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad) se recomienda la práctica de deportes de equipo, dado que mejora el funcionamiento ejecutivo, ayuda a adquirir rutinas y refuerza la sociabilidad. También pueden ser muy útiles los deportes individuales, especialmente con perfiles más impulsivos.