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Salud

Clientes de un hotel de La Manga presentarán una demanda colectiva por intoxicación

Una decena de personas seguían hospitalizadas este lunes, una de ellas en el Virgen de la Arrixaca

Decenas de clientes del Cavanna están estudiando si presentan una demanda colectiva tras lo sucedido

Ambulancias en la zona de La Manga movilizadas para atender a los afectados.

Ambulancias en la zona de La Manga movilizadas para atender a los afectados. / L. O.

El Servicio Epidemiología y de Seguridad Alimentaria y Zoonosis, así como los Laboratorios de Salud Pública de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones "continúan la investigación del brote de intoxicación alimentaria detectado en un hotel de La Manga del Mar Menor", indican fuentes de la Consejería de Salud de la Región. Se están tomando muestras a los alimentos y hay un par de 'sospechosos': un pescado y la salsa que llevaba un plato de pasta, informan fuentes cercanas al caso.

Se estrecha el cerco sobre estos dos platos por los testimonios aportados por los afectados, puesto que algunos afirman que es lo único que comieron. La investigación para determinar cien por cien qué causó el brote podría alargarse semanas, apuntan las mismas fuentes.

Entre los damnificados hay personas mayores, niños pequeños y mujeres embarazadas, clientes todos de un hotel con casi 400 habitaciones, el Cavanna. Decenas de clientes del mismo están estudiando si presentan una demanda colectiva tras lo sucedido. Los afectados se quejan (entre ellos, en redes y en la recepción del establecimiento) de falta de información y de la ausencia de explicaciones. Mientras, la cocina está clausurada.

"La bebé empezó a vomitar"

"La bebé a las cuatro de la mañana empezó a vomitar. Bajamos a recepción, fuimos al Santa Lucía, le pusieron suero, paracetamol... Luego me empecé a encontrar yo mal", explicó a los medios de comunicación el padre de una niña de 15 meses. Tanto él como su pareja y la hija de ambos están "con diarrea", indicó.

Ahora, el fin de la recogida y el análisis de muestras e identificar el origen exacto del brote y aplicar las medidas correctoras definitivas. Los primeros resultados microbiológicos de los pacientes apuntan a un brote de salmonelosis. Falta saber dónde estaba exactamente.

El comedor del hotel siguió abierto hasta la tarde del domingo, aseguran clientes del mismo. Cabe recordar que más de cien personas estuvieron vomitando o con diarrea por esta intoxicación, que les hizo sentir "muy mal, deshidratados", subrayaron los perjudicados.

"La Gerencia de Urgencias y Emergencias 061 movilizó cinco unidades para su atención in situ y traslado de pacientes", detallan desde la Consejería de Salud.

Este lunes continuaban ingresadas una decena de personas nueve en el Santa Lucía y uno en el Virgen de la Arrixaca: una mujer que acudió por sus medios al hospital de El Palmar. Desde el sábado por la tarde, cuando se detectaron los primeros vómitos, fueron atendidas 47 personas (23 menores) por este brote en Urgencias del Santa Lucía. Cabe reseñar que hay intoxicados que no llegaron a pisar un hospital, dado que sus síntomas eran leves: fueron asistidos en el mismo establecimiento hotelero, por los sanitarios que se movilizaron al mismo.

Los afectados presentaban vómitos, diarrea, dolor abdominal y, en algunos casos, fiebre; síntomas que comenzaron tras el almuerzo del sábado 23 de agosto.

"Como parte del protocolo, el Servicio de Epidemiología e inspectores del Servicio de Seguridad Alimentaria se personó el domingo 24 de agosto en el establecimiento para llevar a cabo la correspondiente investigación epidemiológica y la adopción de medidas de prevención y control", destacan desde el departamento de Juan José Pedreño.

Más de 800 casos en un año

Hasta este domingo, en el que un brote de salmonela afectó a más de cien personas en un hotel de La Manga, los casos de salmonelosis en la Región de Murcia se encontraban en descenso, alcanzando su máximo en 2023, según los datos del último Boletín Epidemiológico realizado por el Servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Salud, y publicado en este periódico a principios de junio.

De acuerdo con el mismo, en el último año, las intoxicaciones alimentarias aumentaron en la Comunidad un 12,6% hasta alcanzar los 2.804 casos contabilizados el pasado 2024, frente a los 2.490 que se registraron en el año 2023. Estas cifras suponían más de siete casos diarios en la Comunidad antes del último episodio en el hotel Izán Cavanna. Entre los 2.804 casos de enfermedades transmitidas por alimentos y agua destaca el caso de la campilobacteriosis, una infección bacteriana que se transmite principalmente por el consumo de alimentos contaminados, así como por el contacto con animales y sus heces, y que el pasado año alcanzó los 1.732 casos notificados en la Región, frente a los 1.238 que hubo en 2023. Esto hizo que la incidencia acumulada pasara de 80,8 casos por cada 100.000 habitantes a 113,1.

A esta le sigue la salmonelosis, con 815 casos en 2024 (su máximo se dio en 2023); la giardiasis, con 84 contagios; y la yersiniosis, con 56 intoxicaciones. En último lugar, se situó la listeriosis, de la que sólo se tuvo constancia de cinco casos durante el pasado año, cayendo desde los 11 notificados en 2023.

Por comparar con el reciente caso, cabe destacar que el informe indica que los casos de salmonelosis, junto con los de criptosporidiosis y shigelosis, descendieron. No obstante, el responsable del Sistema de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles de la Región de Murcia, Alejandro Martínez, especialista de Epidemiología, al ser preguntado por este diario ya advertía que los brotes de esta enfermedad eran preocupantes porque cuando tenían lugar, ocurrían a mayor escala y normalmente estaban vinculados a restaurantes o establecimientos de hostelería.

El Servicio de Epidemiología, en aquel entonces, aseguró que sabía donde colocar el foco: en el verano. Al mismo tiempo, mantenía que, sin dejar desatendido el resto del territorio regional, la mayor vigilancia se centraba en las áreas de Cartagena y el Mar Menor.

Vía: La Opinión de Murcia