Rakitic todavía debe encontrar su mejor forma

Rakitic fue objeto del penalti con el que se adelantó el Sevilla.

Rakitic fue objeto del penalti con el que se adelantó el Sevilla. / EFE

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Volver al club de tus amores y que el primer partido oficial en el que te pongas de nuevo la elástica del equipo de tu corazón sea una final. Y que coincida con tu encuentro 150 en todas las competiciones en las filas de dicho conjunto, con el que no jugabas desde mayo de 2014.

Ivan Rakitic, que seis temporadas después de abandonar el Sánchez Pizjuán dirección Barcelona ha regresado este verano a la sombra de la Giralda, fue el encargado de llevar la manija de los de Julen Lopetegui en el Puskas Arena desde el primer minuto de juego.

El croata, recién retirado de la selección ajedrezada, titular  con galones en su regreso al Sevilla, ha jugado dos finales en sus tres últimos partidos oficiales con el cuadro hispalense: la final de la Europa League ante el Benfica en la campaña 2013/14 y la Supercopa ante el Bayern.

Protagonista

Lo fue en el primer gol sevillista, puesto que fue el jugador que recibió el claro penalti cometido por Alaba. Rakitic se disponía a adelantar a su equipo desde cerca cuando el defensor austríaco lo evitó con una entrada a destiempo.

Pero no solo en esa jugada el croata estuvo en el ajo, sino que tras ello protagonizó un manual de cómo equilibrar a un equipo. Pases  orientados de banda a banda para oxigenar el juego del Sevilla y dar aire a su equipo, algo que el cuadro hispalense agradeció en un encuentro que le exigió mucho y que, no olvidemos, era el primer partido oficial del curso del cuadro andaluz.

Tras los delanteros, Rakitic era el siguiente jugador en saltar a la presión, y en defensa formaba un trivote con Fernando y Joan Jordán que dificultaba en gran medida la circulación del balón bávara.

Duró 55 minutos el exazulgrana sobre el verde, siendo sustituido por Óliver Torres. Rakitic no es el mismo que llegó al Sevilla hace diez campañas con 22 años y aún le queda para encontrar su mejor estado de forma, pero estuvo en la línea de un Sevilla inconmensurable.