"Tendremos que aprovechar nuestros momentos contra España"

Víctor Sánchez, segundo entrenador de Polonia, atiende a SPORT en la previa del partido contra España

Estuvo siete años en La Masia y hace ocho que se embarcó en su primera experiencia acompañando a Paulo Sousa en los banquillos.

Víctor Sánchez (derecha) es el segundo entrenador de la selección polaca

Víctor Sánchez (derecha) es el segundo entrenador de la selección polaca / POLAND NATIONAL TEAM

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

La de Víctor Sánchez es una historia cuanto menos curiosa. Llevaba siete años en el Barça, entrenando primero y coordinando el departamento de metodología después. Bien colocado, cómodo, con un buen puesto. Pero en 2013 recibió una propuesta que cambió su vida. Paulo Sousa se disponía a entrenar al Maccabi de Tel Aviv y por una serie de coincidencias y recomendaciones Víctor armó las maletas y voló a Israel para acompañarle en aquella experiencia. Ni siquiera se conocían. Ocho años después comparten staff en la selección polaca, que este sábado se mide con España en la segunda jornada de la Eurocopa.

Con Lewandowski como gran estrella, Polonia sufrió un traspiés inesperado en el duelo inaugural ante Eslovaquia. Tampoco pudo ganar España. Ambas llegan con urgencias a un partido en La Cartuja muy especial para nuestro protagonista.

No fue el estreno soñado ante Eslovaquia, Víctor. Pero esto es la Eurocopa y no hay tiempo para lamentarse. Contra España tenéis la oportunidad de hacer algo grande.  

La verdad que la suerte no estuvo de nuestro lado. Nos marcaron en su primer remate de carambola imposible, apretamos, empatamos rápido, pero la expulsión de ‘Krika’ condicionó el partido. Aun así, lo intentamos hasta el final y dominamos.  

¿Cambia algo ese tropiezo inaugural en el planteamiento del duelo ante España?

Afrontaremos el partido igual a como estaba previsto, no nos influye en nada. La única diferencia es mental, lo que pueda afectar haber perdido el primer encuentro. Tendremos nuestros momentos y habrá que aprovecharlos. 

¿Qué te parece esta nueva España de ‘Lucho’?

Hay un cambio generacional importante, pero no ha perdido la identidad que consiguió hace ya 10 años. Contra Suecia el dominio fue total, con ocasiones clarísimas. Me gustó el juego combinativo, la paciencia. A pesar de ser superior a nosotros en cuanto a nivel también tendrán urgencias.  

¿Coincidiste con algún jugador de la selección en tu etapa en el Barça?

A Thiago lo conozco porque entrené a su hermano Rafinha. Con Olmo y Adama coincidí, pero ya estando yo en metedología, no como entrenador. 

¿Te quedas con algún nombre en especial de esta España?

Me gusta como bloque, el conjunto. Te podría destacar algo de cada futbolista, pero no tengo debilidad por ninguno en especial. 

Has trabajado en un buen puñado de países ya con Paulo Sousa. ¿Cómo arranca toda esta historia?

Llevaba ya un par de años en el departamento de metodología del Barça. Decidieron que era más útil allí. Pero lo que yo quería era entrenar. A Sousa no lo conocía. Le ofrecieron entrenar al Maccabi y necesitaba formar staff. Conocía a Óscar Perarnau (exsecretario técnico del Espanyol) le pidió consejo y este le habló de mí. Firmé por Maccabi y fui para allá sin haber conocido antes a Paulo. 

Curioso. ¿Con qué te encontraste? Entiendo que hubo ‘feeling’ inmediato si ocho años después seguís juntos. 

Lo que me gusta de Paulo es que sabe escuchar. Tiene en cuenta otras opiniones, no se piensa que lo sabe todo. Además, él había trabajado antes en UEFA, en la Championship. Tenía experiencia aparte de ser exjugador. Conectamos muy bien y me dio otra perspectiva después de tantos años en en el Barça.

Entrenáis en clubes de varios países hasta que en enero os llega la oferta de una selección. La polaca.

Rescindimos la temporada pasada con Girondins y la verdad que nos preparábamos para otro club, mirando vídeos de varias Ligas. Paulo nos dijo que había recibido la llamada de Polonia y no dudamos. Es un trabajo totalmente diferente. El COVID nos impidió ir a conocer a la mayoría de jugadores en persona, por lo que la primera convocatoria la situación fue bastante extraña. Nos presentamos y directos a jugar tres partidos de clasificación para el Mundial. Es muy distinto, aquí estamos 24 horas juntos, hay una convivencia, es muy intenso.

Y a pocos días para la Eurocopa, las bajas de Milik y Piatek. Mazazo. 

Bueno, creo que todas las selecciones hemos tenido bajas. La de Milik fue especialmente dura, puesto que se lesionó en el último partido con el Marsella. Lo ‘positivo’ es que eso da oportunidades a otros chicos que hubieran tenido menos.