Los grandes peligros de Suecia, el primer escollo de 'Lucho'

Suecia es la primera piedra de toque con la que deberá lidiar la selección española en esta Eurocopa sin fronteras. Un grupo a priori asequible el que tiene por delante el combinado de Luis Enrique, pero con selecciones físicas y que se defenderán con uñas y dientes. Sobra decir que en este tipo de competiciones, con la presión y el 'runrun' existente desde hace días con varios frentes abiertos, si se atraganta el primer compromiso puede terminar convirtiéndose todo en un dolor de muelas.

La selección escandinava, como decíamos, será el primer rival el próximo lunes a las 21:00. Un equipo que no contará con su gran estrella y referente de los últimos 15-20 años, Zlatan Ibrahimovic. El delantero del Milan, que había regresado después de cinco años ausente, se pierde finalmente esta fase final por culpa de una lesión en la rodilla que arrastra desde hace un mes.

Pero es que las malas noticias para el seleccionador Janne Andersson (en el cargo desde 2016) no se quedaron ahí, puesto que hace un par de días apenas que supo que no podrá contar con su futbolista más desequilibrante, Kulusevski. El extremo de la Juventus dio positivo por COVID y casi con toda seguridad se perderá los dos primeros compromisos del combinado sueco.

ISAK Y FORSBERG

Sin 'Ibra' ni el jugador de origen macedonio, Suecia se basará en el colectivo y en la referencia arriba de Alexander Isak, que ha cuajado una gran temporada en la Real Sociedad, pero que tendrá que adaptarse a un juego mucho más directo y menos combinativo.

Una defensa rocosa, pero algo lenta (Lindelof, central del United, será el gran líder atrás), un centro del campo con más músculo que talento (Olsson, Ekdal y compañía), y dos buenas alas. Sobre todo Emil Forsberg, una de las piezas claves del Leipzig (nueve goles y seis asistencias este curso) y el experimentado Sebastian Larsson, con pasado en la Premier y actualmente en el AIK Solna de su país.

A destacar la convocatoria también del hijo de Henrik Larsson, Jordan, que actúa como su padre de delantero y que en el Spartak de Moscú ha tenido este curso buenos números: 30 partidos disputados, 15 goles anotados y cinco asistencias.