Las grandes estadísiticas de Busquets ante Eslovaquia

Lo estamos esperando con los brazos abiertos”. Esta frase pronunciada repetidamente por los compañeros de Sergio Busquets en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas no tenía como objetivo quedar bien con su capitán, Ni mucho menos. El equipo lo necesitaba como quedó demostrado frente a Eslovaquia. Busquets dejó su impronta y el análisis de las estadísticas puso de manifiesto su importancia capital.

El de Badía estuvo impecable en los pases. De los 51 que intentó, 45 fueron con acierto, lo que supone un 88 por ciento. Sus pases fueron en varias ocasiones aperturas o acciones filtradas, por lo que no era limitarse a dar el balón al de al lado. Busquets estuvo fino y el equipo salió muy beneficiado.

El centrocampista blaugrana entendió muy bien por dónde debía pasar el juego ofensivo español. Los dos partidos que tuvo que ver fuera del campo por el coronavirus seguro que le ayudaron a tener una perspectiva más amplia y cuál era la mejor manera de hacer daño a los contrincantes.

En este sentido, Busquets eligió a Pedri para que fuera el jugador que recibiera ya en zona de tres cuartos y empezar a agitar el juego. Sergio le dio 14 balones al tinerfeño, más que a ningún otro compañero, para que diera un paso adelante en el juego. Pedri está creciendo en la selección a un ritmo vertiginoso y al lado de Busquets apunta a un margen de mejora espectacular.

Entre ellos dieron calor a la sala de máquinas española, con la colaboración de un Koke tremendamente generoso en el esfuerzo.

Busquets no solo jugó con buen criterio, sino que se desfondó en el campo. Sus arrancadas para empujar al equipo hacia arriba en la presión tuvieron el lógico desgaste. Luis Enrique lo sustituyó a falta de 20 minutos con el partido sentenciado y con las vistas puestas ya en los octavos de final del lunes.

‘Busi’ recorrió 8,3 kilómetros y no dudó en exponer su físico en algunas situaciones. Por ejemplo, vio la amarilla al borde del descanso para evitar una contar, chocando con un rival de Eslovaquia en una acción en la que pudo hacerse daño. No era un partido para especular lo más mínimo y su esfuerzo fue un ejemplo para el resto de compañeros.

Busquets recuperó cuatro balones y guió bien al resto del equipo para que la presión fuera efectiva. El buen posicionamiento permitió que Sarabia robara una pelota al borde del área contraria para iniciar la jugada del primer gol. España encontró en su capitán al referente para que el guión de la Eurocopa empiece a virar.