Cuando España estuvo cerca de quedarse fuera del Mundial

Habituada a acudir a los Mundiales casi por costumbre (no se pierde una cita mundialista desde 1974), la selección española afronta los dos últimos partidos del grupo clasificatorio para Catar 2022, ante Grecia y Suecia, con la necesidad de ganar para evitar la repesca y en una situación que recuerda en varios aspectos a la que vivió en octubre y noviembre de 1993, cuando logró el billete para el Mundial de 1994.

Hace 28 años, España vivió una situación similar: necesitaba sacar adelante sus dos últimos partidos de clasificación para el Mundial de 1994, en un grupo de siete equipos que había arrancado un año y medio antes, en abril de 1992.

En octubre de 1993, España se impuso a Irlanda en Dublín en uno de los mejores partidos de la 'era Clemente': 1-3, con goles de Caminero y Salinas (dos) y un once muy físico, pero que rindió a un nivel espectacular, con Nadal, Voro, Giner, Goikoetxea, Camarasa y Luis Enrique en el once inicial.

Esa victoria permitía a España afrontar a vida o muerte el último partido del grupo, en casa y ante Dinamarca. Se clasificaban dos equipos por grupo, pero antes de esa última jornada, España era tercera: Dinamarca lideraba el grupo con 18 puntos y le seguía Irlanda, con 17. España contaba con 16 puntos (las victorias se premiaban con dos puntos, no con tres).

Un partido inolvidable

El España-Dinamarca que se jugó en el Sánchez Pizjuán es uno de los partidos más recordados de la historia reciente de la Roja. Javier Clemente apostó por Zubizarreta, Ferrer, Camarasa, Alkorta, Giner, Hierro, Goikoetxea, Nadal, Julio Salinas, Bakero y Luis Enrique.

Fue un partido épico: a España solo le valía ganar para estar en el Mundial y lo hizo pese a que las cosas no empezaron bien para el combinado nacional, ya que Zubizarreta fue expulsado en el minuto 10 tras derriba a Laudrup en el borde del área, cuando el danés (por aquel entonces en el Barça) ya se iba solo para abrir el marcador. Clemente sacrificó a Camarasa y dio entrada a Cañizares, que debutaba así con la selección.

Cañizares, jugador del Celta en aquel entonces, acabaría siendo uno de los grandes héroes de la noche, junto a Fernando Hierro, autor del único gol del partido. Lo marcó de cabeza, a la salida de un córner, en el minuto 17.

El portero danés, Peter Schemeichel (el padre de Kasper, actual portero del Leicester), reclamó una falta de Bakero en esa jugada, pero el árbitro ni lo escuchó. Dinamarca, que dependía del resultado del Eire-Irlanda, se quedó fuera del Mundial, pese a que era la campeona de Europa en ese momento.

"La emoción podía cortarse en el ambiente sevillano", escribían los enviados especiales de SPORT, "pero los jugadores de la selección dieron una lección de orgullo profesional y se sobrepusieron a la desgraciada acción de Zubizarreta a base de rabia y furia. Sí, esa legendaria furia española salió a relucir nuevamente".

El último tren de Laudrup

Mientras el vestuario de España era una fiesta, el de Dinamarca era todo lo contrario: Michael Laudrup, que cumpliría 30 años durante el Mundial, abandonó el estadio entre lágrimas, consciente de que perdía su último tren hacia el Mundial. Sería el único extranjero del Barça que no disputaría el torneo. Koeman lo jugó con Holanda, Stoichkov brilló con Bulgaria y Romario lo ganó con Brasil.

Cuestión de Estado

Que España se clasificase para el Mundial de 1994 era prácticamente una cuestión de Estado. "Es extraordinario para la moral del país", aseguró tras el partido Javier Gómez Navarro, ministro de Comercio y Turismo.

"Esto sólo es comparable al ambiente de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Hemos sufrido mucho, pero ha valido la pena. Es un éxito muy importante para la moral del país y para el sector turístico, el mes del Mundial será muy fructífero en todos los sentidos", añadía, eufórico.

Incluso el Rey Juan Carlos envió un mensaje de felicitación al equipo.

Fiel a su estilo, Javier Clemente dijo tras el partido que su planteamiento había sido impecable, tuvo un recuerdo para todos los que habían contribuido a clasificar a España -"en estos momentos es justo es tener un recuerdo para cuantos han hecho posible la clasificación, he utilizado cuarenta y tantos futbolistas para llegar hasta aquí"- y aseguró que si el partido se hubiese jugado en cualquier otra ciudad española, España se hubiera quedado fuera del Mundial.  

Dinamarca, que había llegado a esa última jornada como líder del grupo, se quedó fuera del Mundial: acudieron España como primera (19 puntos) e Irlanda como segunda, con 18 puntos. Dinamarca también sumó 18 puntos, pero se quedó fuera -sin posibilidad de repesca- por diferencia de goles.