España cayó ante una Alemania superior en la final

El potencial alemán superó al talento español

El potencial alemán superó al talento español / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

España cayó derrotada por Alemania en la final del Europeo sub 21. Los germanos ganaron con merecimiento, con un planteamiento que superó a los de Celades. Solo necesitaron un gol para confirmar su éxito. El quinto Europeo de la categoría deberá esperar.

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EUROPEO SUB 21

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Alineaciones
ALEMANIA
Pollersbeck, Toljan, Stark, Kempf, Gerhardt, Haberer (Kohr, 83'), Weiser, Meyer, Arnold, Gbabry (Amiri, 81') y Philipp (Oztunali, 86').
ESPAÑA
Kepa, Bellerín, Meré, Vallejo, Jonny (Gayà, 50'), Llorente (Borja Mayoral, 83'), Saúl, Ceballos, Deulofeu, Sandro (Iñaki Williams, 71') y Asensio.

Celades dispuso el mismo equipo que eliminó a Italia. Lo que funciona, aunque Zuckerberg diga lo contrario, mejor no tocarlo. Y también salieron los españoles de la misma manera, con control, presión e intensidad. Pero Alemania, que tiene ese gen ganador, no se lo iba a poner fácil. De hecho, se lo puso muy difícil en una primera mitad de claro color teutón. La primera ocasión fue de Gnabry, que forzó el córner de Kepa, atento al centro envenenado. Al cabo de un minuto, Meyer, de cabeza, remató a la base del palo. Corría el minuto 7 y los germanos se mostraban poderosos. Apretaban mucho, muchísimo, ante una España algo incluso sorprendida por la intensidad alemana.

Respondió Bellerín con un centro desde la derecha. Sí, Bellerín, en posición de rematador tras el servicio de un córner. El balón se fue fuera por poco. Alemania volvió a aparecer con un remate que besó la red por fuera de Gnabry, el mejor de los germanos hasta el momento. Deulofeu, con más ganas que acierto, lo intentó tras reortar para dentro desde la izquierda. Córner. 

Gnabry lo volvía a intentar desde dentro del área pequeña. Blocó Kepa. Imprecisos y algo despistados, con pérdidas imperdonables en ambos laterales, Alemania dominaba. Lo hizo por juego, pero sobre todo por agresividad. Por empuje e ilusión. España debía reaccionar, pero fue Weiser quien remató de cabeza un centro en vaselina que acabó en gol. Así se llegó al descanso.

La segunda mitad cambió el dibujo. Cambió todo. Celades pidió meter tres marchas más y el equipo respondió. En cinco minutos arrancaron tres amarillas a los alemanes. El triple que en el primer tiempo. Deulofeu parecía otro, Gayà dio más profundidad en la izquierda y Saúl lo probó desde fuera del área. Así sí. Había partido.

O eso parecía. Los alemanes volvieron a la carga con una de Meyer que rechazó la defensa y otra, clarísima, de Gnabry que evitó un espectacular Kepa. Lo que había sido un inicio poderoso español, volvió parecerse al primer tiempo. Desde atrás no había seguridad, en el centro no encontraban soluciones y arriba faltaba convicción. Pintaba mal y Alemania perdonaba. Esa era la esperanza. Y Saúl, que lo probaba desde lejos. A los 70' se le fue fuera por muy poco. Entró Williams por Sandro.

El del Athletic dio otro aire, protagonizando dos jugadas con peligro. Deulofeu lo probó desde la izquierda, a pierna cambiada, la metió en el área. Quedaba un cuarto de hora, había que ir a por todas. España empezaba a intimidar. Faltaba precisión y Celades metió a otro delantero, Borja Mayoral. El tiempo se escurría entre las manos de los españoles y solo quedaban tres minutos mientras los alemanes arañaban cada segundo con fuerza. Los cuatro minutos para el descanso sirvieron para colgar balones, poco más.