España aterriza en Kosovo en medio de un ambiente hostil

En Kosovo siguen dolidos con el Gobierno español por el trato formal que recibieron en Sevilla

España no acepta a la República de Kosovo y ya se ha encontrado con las primeras trabas

Luis Enrique y la expedición de la selección española antes de volar hacia Kosovo

Luis Enrique y la expedición de la selección española durante el viaje hacia Pristina / @SeFutbol

Arnau Blanch

Kosovo y España se enfrentan en la 6a jornada del Grupo B de la fase de clasificación para el Mundial de Catar 2022. La selección de Luis Enrique afronta este tercer partido de esta segunda ventana con la necesidad de ganar para no perder comba con Suecia, que si bien tiene dos partidos menos disputados, está a solo un punto, por lo que es el virtual líder.

Pero el partido, que se disputará el miércoles en Pristina, no solamente supone un importante escollo en el camino de la 'Roja', sino que también se tratará de un encuentro que contendrá la peculiaridad del condicionante político.

España no tendrá una estancia plácida en territorio kosovar, pues es uno de los cinco únicos países de Europa junto con Eslovaquia, Grecia, Rumanía y Chipre que no lo reconocen como nación. Además, es el único país de la Unión Europea que no admite el pasaporte kosovar para obtener el visado para la 'zona Schengen'.

España no acepta a la autodenominada República de Kosovo, ni tampoco asume su independencia de Serbia, que la considera como la provincia autónoma de Kosovo y Metojia. Este territorio declaró su independencia de forma unilateral en la primavera de 2008 tras un conflicto armado a finales del siglo pasado, constituyendo así la denominada República de Kosovo.

La propia Federación Española (RFEF), siguiendo instrucciones del Gobierno, tuvo un roce con su igual de Kosovo porque se sintieron ninguneados en el partido de ida, disputado el 31 de marzo pasado en Sevilla. Lo que todo el mundo se pregunta es la razón por la que España no pidió la exclusión de Kosovo de su bombo en el sorteo de clasificación; pues se hizo con Gibraltar. Y es común hacerlo con países que tienen incompatibilidades políticas o algo más, como pasa entre Rusia y Ucrania.

En este escenario geopolítico, Kosovo no ha olvidado toda la controversia que rodeó el partido disputado en La Cartuja el pasado mes de marzo. Al no ser reconocido como país por España, el Gobierno dio órdenes para que su consideración formal no fuera la misma que el resto de rivales y ello indignó a los balcánicos. España ha llegado este martes a Pristina para afrontar el miércoles el partido de clasificación para el Mundial de Catar.

España afronta este tercer partido de la segunda ventana del Grupo B con la necesidad de ganar para no perder comba con Suecia, virtual líder, donde no puede fallar a domicilio contra Kosovo. Un partido que tendrá la peculiaridad del condicionante político que se añade a la necesidad de ganar.