Final bajo presión para España

La selección pisó el césped de La Cartuja para ultimar la cita ante Alemania

La selección española trabajó este lunes por la tarde sobre el césped del estadio de La Cartuja / EFE

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Nunca fue fácil comandar una transición en la selección. Le ocurrió a Luis Aragonés antes de los años dorados. Y lo está viviendo ahora Luis Enrique, que sigue probando alienaciones e invirtiendo tiempo en jugadores jóvenes, con vistas a la próxima Eurocopa. 

La apuesta es de riesgo en una posición, la de seleccionador, sometida siempre al debate nacional y a la urgencia. Hoy sin ir más lejos España se la juega ante Alemania en la sexta y última jornada del grupo 4 de la Liga de Naciones.

A los de Luis Enrique solo les vale ganar en La Cartuja de Sevilla para ser primeros de grupo y estar en la fase final del torneo. Más sencillo lo tiene el conjunto de Joachim Löw, que le basta un empate.  

Sergio Ramos ha sido el nombre propio de las últimas horas tras fallar dos penaltis ante Suiza y estar en boca de todos su situación contractual con el Madrid. 

Ayer renunció a salir a hablar con los medios de comunicación pero Luis Enrique lo ve como siempre. “Si hay alguien con la experiencia suficiente para llevar esta situación personal es Ramos. Está sobradamente preparado y le veo igual que el primer día”.  

El seleccionador cuenta con la baja segura de Busquets (Rodri ocupará su sitio) y algunas dudas en las dos áreas, señal de que esta España es un equipo en construcción. Empezando por la portería, una posición que siempre anima la tertulia.

Ahora con Unai Simon y De Gea. En ataque, la posición del ‘9’ es otro debate que se renueva cada mes. Luis Enrique sigue dándole vueltas al asunto.

Empezó apostando por Rodrigo, le dio oportunidades a Gerard Moreno y ha probado perfiles que no eran nueves clásicos (Olmo, Ferran Torres y Oyarzabal) para terminar con el siempre irregular Morata. 

Que España aún no tenga claro aún su portero y su delantero centro define el momento de la selección. Luis Enrique ha demostrado hasta ahora tener más claro el estilo que quiere implantar que los jugadores con los que llevarlo a cabo.  

Dos elementos juegan en contra del seleccionador. El primero, que España ya no cuenta con jugadores top en todas las posiciones como en sus mejores años. Y el segundo, que no hay un núcleo de futbolistas que sean del mismo equipo y jueguen de memoria como ocurría en su momento con el Barça. 

A ello ha contribuido también que cada vez hay más jugadores españoles que juegan fuera de LaLiga. Hoy pueden haber hasta tres casos en el once: Reguilón (Tottenham), Fabian (Nápoles) y Morata (Juventus). Enfrente tendrán a una Alemania que no pierde ante la Roja desde la semifinal del Mundial de Sudáfrica en 2010. 

Los de Löw han cumplido con las expectativas y es primero de grupo con nueve puntos. Uno menos que España, que suma dos victorias, dos empate (uno ante Alemania) y una derrota. Hoy solo vale ganar y la presión está en el ambiente tras no lograr la clasificación la temporada pasada.

“Dejo abiertas las puertas a quien no pueda soportar la presión”, avisó ayer un Luis Enrique que no quiere excusas.