Una delantera con poco rodaje

Marco Asensio jugó ante Suiza más minutos de los que lleva acumulados en el Real Madrid en lo que llevamos de temporada

El delantero de referencia de Luis Enrique, Álvaro Morata, vio todo el partido desde el banquillo

Marco Asensio está en la agenda de la Juventus para la próxima temporada

Marco Asensio está en la agenda del Liverpool para la próxima temporada / EFE

Xavi Canals

Xavi Canals

Luis Enrique sorprendió dejando a su ariete de referencia, Álvaro Morata, en el banquillo. Ni siquiera tiró del madrileño cuando el partido se complicó. Prefirió al debutante Borja Iglesias. Y la realidad es que España echó en falta al ariete del Atlético, especialmente en una primera parte que el combinado español saldó sin un solo tiro entre los tres palos.

A España le faltó ritmo en la línea ofensiva. Y no es de extrañar si tenemos en cuenta que la tripleta de ataque estaba formada por tres futbolistas que no son titulares en sus respectivos equipos. El elegido para sustituir a Morata, Marco Asensio, llevaba incluso menos minutos acumulados en el Real Madrid -47 en cuatro partidos- que los que jugó ayer. Ferran Torres también ha sido relegado a la suplencia en el Barça con la llegada de Rapinha y la eclosión de Dembélé. Y qué decir de Pablo Sarabia, que en el PSG tiene delante nada más y nada menos que a Neymar, Messi y Mbappé. Total que esa falta de rodaje se dejó notar sobre el césped de La Romareda ante una Suiza muy bien armada defensivamente. Aún así, Asensio irrumpió en el inicio de la segunda parte con una jugada individual en la que rompió las líneas suizas para servir el gol a Jordi Alba.

No fue suficiente y Luis Enrique decidió sacudir el equipo poniendo en liza una tripleta ofensiva nueva. Y ni con tres cambios apareció Morata. Junto al debutante Borja Iglesias aparecieron Yéremy Pino y el otro debutante, Nico Williams. Tres perfiles muy diferentes a los que iniciaron el encuentro en busca de abrir el campo y forzar el uno contra uno por bandas.

Morata lo vio desde el banquillo. Quizá guardando fuerzas para lo que será la gran final de esta fase de grupos el próximo martes en Portugal. Siempre discutido y mirado con lupa, el madrileño se perfila como la gran esperanza de España para acabar con esas dudas ofensivas que siempre deja y que ayer, contra Suiza, se hicieron aún más evidentes.