Supervivencia y orgullo, los dogmas del Reus

El CF Reus se caracteriza por ser un equipo atrevido y sacar ese orgullo para poder luchar en una división tan competida como es Segunda A. Un acto de valor y de clarividencia se vio el pasado domingo frente al Nàstic. En el derbi, el conjunto de la capital del Baix Camp salió al césped del Municipal con trece fichas del primer equipo.

La subsistencia será un factor que tendrá que trabajar Xavi Bartolo para poder desafiar una primera vuelta un tanto confusa. El problema con las inscripciones de ciertos jugadores importantes dentro de la primera plantilla rojinegra, ha hecho que el míster ilerdense tenga que ingeniárselas para poder dosificar a sus pupilos y continuar sumando puntos.

Mucho talento pero pocos recursos

Con seis jornadas en juego hasta día de hoy -más un encuentro de Copa del Rey-, los catalanes han podido gestionar al milímetro una situación complicada y han sumado ya ocho puntos. El esfuerzo del pasado domingo frente al conjunto tarraconenses fue enorme. Es una evidencia de que el grupo tiene el talento suficiente para estar jornada tras jornada sacando puntos, pero le sobra intelecto y le mancan los recursos.

El esfuerzo titánico pasó factura en el tramo final del derbi. Los rojinegros, desconectados e irreconocibles durante los primemos cuarenta y cinco minutos, brotaron en la segunda parte para igualar el duelo, que no pudieron completar con éxito ya que les faltó un último estirón para poder conseguir alguna cosa más. 

La buena noticia para el Reus es que los chicos del filial responden a las mil maravillas. Alfred Planas ya lo hizo en Tenerife y posteriormente en el derbi. La primera jugada de ingenio que tuvo Planas con el balón en la segunda mitad, le sirvió para asistir a Linares, sumar un punto muy importante en casa y no irse de vacío.

Al joven delantero catalán también hay que sumarle a Arjona, Enri, Guerrero y Gonzalo, que nunca se han escondido y han respondido las exigencias del técnico reusense. Otro hándicap para el entrenador rojinegro fueron las de Ricardo Vaz y Àlex Carbonell, ambos lesionados. El tablero es una montaña rusa, aun así, Bartolo persiste en su dogma y no se aleja de su creencia.