El Reus mira a Málaga con muchas dudas

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El Reus se entrenó esta semana con "normalidad"

Xavi Turu

Tras volver el miércoles a los trabajos sin los cinco jugadores perdidos por impagos, el Reus se ejercitó ayer en el Municipal de Reus mirando al partido del fin de semana ante el Málaga con 13 futbolistas del primer equipo, nueve del filial e Isaac Cuenca, que no tiene ninguna vinculación con el club y está a la espera de decidir su futuro.

Por otro lado, Edgar Badia y Fran Carbià aprovecharon la jornada para despedirse de sus compañeros después que Joan Oliver no haya podido hacer nada para evitar su marcha. Tanto el extremo como el portero, han sido dos emblemas para un club que, ahora más que nunca, necesitaba jugadores de su talla. El equipo pierde fuelle y, de momento, se tendrán que completar todas las convocatorias con el filial.

SE PIERDE IDENTIDAD

La personalidad de este grupo era la que había ganado la guerra a los despachos y aguantaba el timón en los terrenos de juego. Joan Oliver ha ido destrozando poco a poco el vestuario viendo con sus propios ojos cómo símbolos del Reus se veían obligados a rescindir sus contratos y a abandonar el club. La perdida de identidad sigue y no existe solución financiera que pueda maquillar un poco toda la situación.

ESPERAN RESPUESTA de oliver

Tanto jugadores como toda la parroquia rojinegra aguardan que el accionista del Reus pueda solventar de una vez por todas los problemas financieros y encuentre la mejor solución para la entidad. Él ya lo dejó claro en conferencia: su intención es “vender e irse”, pero antes quiere dejarlo “todo arreglado”.