El Málaga firmó un lunes negro en Martiricos

Okazaki, de ilusión a anécdota en el Málaga

Okazaki, de ilusión a anécdota en el Málaga / EFE

Sergi Montes

Las pintadas contra Al-Thani con las que amaneció La Rosaleda este martes van a ser un juego de niños si el jeque vuelve a pisar la Costa del Sol. El ridículo internacional, un bochorno sin paliativos, que ofreció el Málaga en el último día del mercado de fichajes es un antes y un después en la entidad andaluza, un borrón histórico que habrá que ver si se subsana y qué consecuencias tiene. La vergüenza para la parroquia boquerona se venía fraguando durante todo el verano pero este lunes terminó por estallar.

Los dos grandes fichajes anunciados a bombo y platillo, Okazaki y José Rodríguezse quedaron sin ficha al no poder hacer frente el club a sus emolumentos. El caso del japonés es flagrante, pues de abrir el mercado asiático a La Rosaleda y ser el jugador franquicia este año, se pasa a un adiós inexcusable y con el nipón dando las gracias y afirmando que volvería encantado a la ciudad si se tercia la ocasión. Los que sí llegaron fueron Benkhemassa, un centrocampista argelino petición expresa de Al-Thani, y los delanteros Lorenzo González y Armando Sadiku.

Aunque quizá lo que más ha dolido a la afición malagueña ha sido el trato dispensado a Álex Mula e Iván, dos canteranos a los que marearon en las oficinas de Martiricos para dejarles finalmente en la lona, inscritos con el filial y sin poder jugar en el primer equipo. Por otro lado, Juanpi, Luis Hernández y Keko rebajaron su sueldo para ampliar su vinculación contractual a la entidad

De este modo, el Málaga sólo ha podido inscribir a diecisiete jugadores profesionales por los problemas con el límite salarial. Víctor Sánchez del Amo ya sabe que solo dispondrá de esos efectivos hasta el próximo enero.