El Leganés regala a Butarque un empate heroico por sus 25 años

[ { "insert": "Leganés (Madrid), 18 feb (EFE).- El estadio de Butarque vivió una tarde muy especial, celebrando sus primeros veinticinco años de historia con un empate sin goles del Leganés ante el líder, Las Palmas, pese a jugar los locales más de 75 minutos con uno menos. " } ]

EFE

El estadio de Butarque vivió una tarde muy especial, celebrando sus primeros veinticinco años de historia con un empate sin goles del Leganés ante el líder, Las Palmas, pese a jugar los locales más de 75 minutos con uno menos.

Por el contexto de fecha redonda y la entidad del rival, era una tarde destinada al disfrute y la satisfacción de los 9.003 aficionados que poblaron la grada para firmar el récord de asistencia a un partido del equipo local en la categoría de plata del fútbol español. Abajo, en el césped, la importancia de los puntos hacía que la realidad fuese otra.

De hecho, la que será una tarde para recordar en los libros de historia del club tratará a buen seguro de borrarla de su mente Juan Muñoz. El delantero, que saltó al césped como capitán, malogró a los 7 minutos un mano a mano contra el portero en una buena posición tras un fallo de Curbelo.

Y a los 17 ya estaba en el vestuario después de ver una roja directa por propinar una patada en el pecho al portero rival, que recordó a la de De Jong sobre Xabi Alonso en la final del Mundial de Sudáfrica, después de ir a por un balón colgado sin medir las posibles consecuencias.

De esta manera, el Leganés se quedaba con diez en la primera parte como ya sucediera en su último encuentro en casa ante el Sporting. La diferencia es que en ese partido ya iba ganando, su oponente no era el primer clasificado y la expulsión llegó casi veinte minutos más tarde. No había otra, le tocaba sufrir.

Supo hacerlo el cuadro de Imanol Idiákez, que resistió unos minutos de asedio al filo de la media hora y únicamente lo pasó mal de verdad cerca del descanso cuando Pejiño le pegó alta en buena posición y desde dentro del área. A esa ocasión le siguió otra en el área contraria de Arnáiz, que definió desviado tras una larga cabalgada. Y como colofón, polémica, con el colegiado convirtiendo en amarilla una roja directa a Jonathan Viera tras consultar el VAR.

El tránsito por vestuarios enfrió el temperamento de ambos contendientes, pero permitió a los visitantes ajustar piezas para aprovechar su superioridad numérica. Mfulu y Marvin entraron directamente por los sancionados Pejiño y Loidice. Y con el paso de los minutos saltaron al verde Loren y Sandro para dar más empaque a la ofensiva. A partir de ahí volvió a volcarse Las Palmas en busca del gol.

De esa jaula escaparon los leganenses a base de casta, atreviéndose incluso a probar a Vallés en un tiro de Karrikaburu posterior a una gran maniobra. Esa jugada mandó el mensaje de que si morían lo harían matando. Lo captaron los visitantes, que decidieron no arriesgar más de lo necesario para asegurar un punto.

Ficha técnica

Leganés: Riesgo; Nyom, Sergio González, Jorge Sáenz, Franquesa; Miramón, Undabarrena, Shibasaki, Arnáiz (Fede Vico, min.91), Raba (Karrikaburu, min.68) y Juan Muñoz.

UD Las Palmas: Vallés; Álex Suárez, Coco, Curbelo, Clemente (Álvaro Jiménez, min.82); Pejiño (Marvin, min.46), Loiodice (Mfulu, min.46), Jonathan Viera, Óscar (Sandro, min.62), Moleiro; y Cardona (Loren, min.62).

Árbitro: Milla Alvéndiz (Comité andaluz). Amonestó a Loiodice (min.33), Pejiño (min.45), Jonathan Viera (min.47+), Nyom (min.46), Loren (min.69), Mario Gibanel (segundo entrenador del Leganés, min.86). Expulsó con roja directa a Juan Muñoz (min.17).

Incidencias: encuentro correspondiente a jornada 28 de LaLiga SmartBank disputado en el estadio de Butarque ante 9.003 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los terremotos de Turquía y Siria. Juan Muñoz, capitán del Leganés, lució en nombre de su equipo un brazalete multicolor por el día internacional contra la LGTBIfobia en el deporte. Con motivo del vigésimo quinto aniversario de Butarque, una representación del once con el que el Leganés jugó su primer partido como local en el estadio saltó al césped junto a los futbolistas. El hijo de Julián Ronda, autor del primer gol del conjunto blanquiazul en aquel estreno, ya fallecido, realizó el saque de honor.