De juguete roto del City a fichaje del Tenerife

El 27 de julio de 2016 Atlético Nacional supo encumbrarse como el único equipo colombiano dos veces campeón de Copa Libertadores. Los verdolagas certificaron, en su Atanasio Girardot, la victoria por 1-0 sobre el Independiente del Valle ecuatoriano que les daría el título continental, elevándoles a la categoría de héroes como René Higuita o Andrés Escobar, quienes levantaron el trofeo con la misma entidad en 1989.

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Aunque tampoco andaban flojos de nombres para el nuevo cetro, con Franco Armani bajo palos -luego campeón del mundo con Argentina-, Dávinson Sánchez en la defensa -exfutbolista del Tottenham y Ajax- o el prometedor Marlos Moreno. Por entonces con apenas 20 años, su fulgurante aparición le había hecho ya merecedor de ser internacional con la absoluta de Colombia, despertando el interés de grandes de Europa.

GIRONA, DÉPOR... Y TENERIFE

Aquel verano, coincidiendo con la llegada de Pep Guardiola al club, el Manchester City se llevó a Marlos a cambio de 5 millones de euros. Y todo se fue al traste. Cesiones constantes, incluyendo dos al Girona y al Dépor y viajes a Bélgica, México o Portugal, sin jamás llegar a debutar con la entidad inglesa y marchándose libre hace un par de veranos.

Tras otros tumbos en Francia y Turquía, a Moreno le nace la posibilidad de reinventarse, por tercera vez, en el fútbol español. Esta vez fue el CD Tenerife el que confirmó su incorporación en calidad de agente libre tras su marcha del Konyaspor. Apenas con 27 años a pesar de su dilatada trayectoria, LaLiga Hypermotion será una nueva oportunidad de sacudirse las losas pesadas que dejó su andadura entre préstamos del City.

"Estoy muy ilusionado de intentar llegar rápido a los entrenamientos, intentar dar lo máximo posible y ayudar al equipo. Es mi primera experiencia en Segunda de España, es una liga muy competitiva y espero dar un gran rendimiento. Joao Rodríguez, también colombiano, me habló bien del club", explicó Marlos a los medios de la entidad en su presentación.

Su mejor año quedó ya lejos, en 2020, firmando seis goles y dos asistencias con el Lommel belga. El pasado curso, tras 32 partidos, solo puso en su renta dos tantos y un pase de gol en Turquía. No son números que ilusionen, pero sí la posibilidad de traer de nuevo a aquel prometedor joven que supo encandilar a la entidad mancuniana. La batuta de Óscar Cano podrá servir de salvación o castigo para el colombiano, que luchará por un lugar en el once y por el anhelado ascenso del equipo de las islas.