El imaginario derbi entre Reus y Nàstic

Imagen del derbi de la primera vuelta en Reus

Imagen del derbi de la primera vuelta en Reus / PERE SERRA

Xavi Turu

La ciudad de Reus no solo se ha quedado sin su equipo. La dura sanción impuesta por la LaLiga ha hecho que el frenético derbi del Camp de Tarragona entre Reus y Nàstic haya quedado en historia. El conjunto de la capital del Baix Camp, coincidiendo con este fin de semana, concretamente el sábado a las 16:00 horas, se hubiera visto las caras con los tarraconenses en el Nou Estadi, en un duelo agitado y apasionado, en el que siempre existía alguna que otra insatisfacción.

Rivales desde hace muchos años, ambas entidades lucharían para demostrar quién es el mejor equipo de la zona. La semana previa a este partido se vivía de manera especial en las dos ciudades.

Reus y Tarragona con ganas de ver unos noventa minutos diferentes y con los sentimientos de las dos aficiones a flor de piel. Dejando de lado la violencia que se vivió en algunas ocasiones, el mero protagonista siempre fue el balón y los 22 futbolistas que pisaron la alfombra verde. Rivales, pero a su vez compañeros de profesión que jugaban un encuentro único. Todos querían ser partícipes del juego.

A la espera de volver a disfrutar

En la primera vuelta el resultado terminó en tablas (1-1). El Nàstic golpeó primero en territorio hostil, con un tanto de Albentosa en el minuto 21. Por su parte, el Reus tuvo que picar piedra para que le empezaran a salir bien las cosas. Altibajos durante los primeros cuarenta y cinco minutos del conjunto de Xavi Bartolo. El míster ilerdense, en el descanso pudo mover su tablero de ajedrez y encajar las piezas para conseguir que sus pupilos lograran el empate. En el 51, apareció Linares y los rojinegros sumaron un punto para la alegría de toda la parroquia rojinegra.

En el caso de que el partido de este sábado se hubiera disputado, sería el sexto derbi entre ambos equipos en el fútbol profesional. Joan Oliver y Jabier Tebas se han encargado de que este mítico partido del Camp de Tarragona quede en el imaginario de las dos aficiones. Por el momento, ni encuentro entre capitanes, ni la cita correspondiente de los entrenadores.

El Municipal seguirá a la espera de los nuevos planes de los inversores americanos y el Nou Estadi tendrá trabajar para intentar que los suyos no pierdan el billete de la salvación. Habrá que esperar un largo y tendido tiempo que para Reus y Nàstic vuelven a verse las caras en Segunda División A.