El Girona se cita con la historia

Todo está preparado para que el Girona viva en Montilivi el sueño de su vida. Un sueño por el que el equipo rojiblanco ha luchado hasta la extenuación en los últimos años y que siempre se ha acabado esfumando.

En tres de las últimas cuatro temporadas el Girona ha llegado al final de liga con opciones de subir por primera vez a Primera División. Y en las tres ha fallado. Esta vez toca cambiar la historia.

El equipo de Pablo Machín afronta su segundo ‘match ball’ de la temporada. El primero fue la semana pasada en el Nou Estadi de Tarragona, donde el Girona, con un empate se hubiera convertido ya en equipo de Primera. Empezó ganando... pero acabó perdiendo 3-1 en una reacción fulgurante de los tarraconense, que se juagaban media permanencia.

Esta vez el Girona sigue necesitando un punto, pero la situación es muy diferente. Su rival, el Zaragoza, también precisa empatar para lograr su objetivo, que en este caso es la permanencia. A los dos les va de maravilla que el partido acabe en tablas y un empate no pactado parece el resultado más lógico para que Girona y Zaragoza vivan su gran noche.

Y nadie se esconde. Machín, sincero como siempre, lo ha dicho durante la semana: “Un empate sería un resultado lógico. El sentido común dice que cuando a dos partes les conviene algo se acaba produciendo”.

El entrenador del Zaragoza, César Laínez también ha dejado algún que otro mensaje: “Seguro que si marcamos, nos acabarán empatando, como siempre nos pasa...”.

Aunque los dos técnicos aseguran que sus equipos no van a especular y saldrán a Montilivi  a por la victoria, en esta ocasión, como apunta Pablo Machín, hay matices: “Siempre digo que quiero ganar y que no firmo un empate, pero hay partidos especiales y éste es uno de ellos. Un empate me sabría a gloria, estaría satisfecho y orgulloso si al pitido inicial le siguiera el final”, reconoce el técnico soriano, que ante los aragoneses solo tiene la baja confirmada de  Coris, que continúa recuperándose de una lesión en el codo. 

Pablo Machín, quizás por las crueles experiencias que le ha tocado vivir con este equipo en las últimas temporadas, quiere quitarle cualquier dramatismo al partido y,  sobre todo, presión a sus jugadores. “Tengo muchas ganas de conseguir el ascenso este domingo, pero si no lo hacemos sabemos que tendremos otra oportunidad en la última jornada”, indica.

Esta vez parece que los astros se han alineado para que el Girona logre sí o sí el ascenso que le debe la historia. Tras una primera vuelta impecable, en la segunda el equipo de Machín ha mostrado una irregularidad preocupante que le podía haber costado muy cara.

Tres derrotas consecutivas encendieron las alarmas en un equipo que, de repente, empezó a flojear. Pero la suerte que le faltó al Girona la pasada temporada la ha tenido en ésta y su peor racha -ha sumado solo 11 de los últimos 33 puntos- ha coincidido con la de sus perseguidores que, ‘solidarios’, también se han dejado un montón de puntos por el camino en esta recta final.