El derbi asturiano no entiende de rachas

El equipo ovetense solo ha perdido uno de los últimos siete partidos de rivalidad regional disputados

Desde que volvieran a cruzarse sus caminos en la 2017/2018, el equipo gijonés solo ha ganado al eterno rival una vez

El entrenador del Sporting, David Gallego conversa con el delantero Uroš Đurđević

El entrenador del Sporting, David Gallego conversa con el delantero Uroš Đurđević / EFE

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El Sporting recibirá en El Molinón a un Oviedo que llega en horas bajas pero que solo ha perdido uno de los últimos siete derbis disputados, incluido el que se celebró la pasada campaña en el estadio gijonés, en el que un tanto de Borja Sánchez sirvió para derrotar a los rojiblancos 23 años después del último triunfo azul a domicilio.

De pocos goles e igualados, así podrían definirse los últimos enfrentamientos entre Sporting y Oviedo, en los que los carbayones han sumado 14 puntos de 21 posibles -cuatro de ellos en El Molinón- y se han mantenido invictos en el Tartiere, donde ya ganaron en la primera vuelta con un gol de penalti de Sergio Tejera.

Desde que volvieran a cruzarse sus caminos, con el descenso de los rojiblancos en la 2017/2018, el Sporting solo ha ganado al eterno rival una vez -hace dos temporadas-, por lo que para los de David Gallego es casi una obligación tratar de romper esa dinámica en un año en el que hay más distancia que nunca entre ambos en la tabla (16 puntos y 10 puestos).

La pasada campaña el triunfo de los carbayones en El Molinón fue crucial para la salvación de los de Ziganda, que llegaban con solo dos puntos de ventaja sobre el descenso, y lograron ante su eterno rival y a domicilio uno de los cinco triunfos que le permitieron salvar la categoría a una jornada del final.

A pesar de que históricamente es el Oviedo el que mayor cantidad de derbis se ha llevado -ha ganado 32 y empatado 22 de los 81 jugados en liga-, es el Sporting el equipo al que mejor se le dan en Segunda: ha ganado el 46 % de los duelos en la categoría de plata, aunque solo dos de los nueve últimos.

El equipo de David Gallego lleva un año muy regular y siempre en la zona alta de la tabla, argumentos que no impidieron que cayese ante Mirandés y Tenerife: el Oviedo es su piedra de toque para recuperar la dinámica de 10 jornadas sin perder que traía desde enero, pero también su peor pesadilla desde el regreso de los carbayones al fútbol profesional.