Onolfo pide a la FEF que reconsidere el descenso a Tercera

Después del descenso administrativo del Reus por parte de la Federación Española de Fútbol (RFEF), todo parece indicar que desde la lejanía, Clifton Onolfo ha movido ficha y ha mandado una carta firmada por él y por el administrador concursal, David López, aunque al parecer este último desconoce totalmente la procedencia del escrito. Pese a que se desconoce cuál es el origen real de la carta, en ella Onolfo se postula y pide una reconsideración por parte de la RFEF en el descenso del Reus a Tercera, además de reflexionar seriamente y sentenciar que la decisión que ha tomado el organismo español ha sido “precipitada”.

Además, también se señala que el club catalán mandó los avales solicitados por la Federación y que estos se enviaron durante el periodo acordado coincidiendo con la fecha límite (este pasado miércoles) y se acusa seriamente, ya que la entidad no ha sido notificada por ninguna fuete oficial destacando que “es una misión básica y obligatoria del derecho mercantil”. Con todo, dentro de la narrativa rojinegra se argumenta que existían 680.000 euros en las arcas financieras del club, de los cuales 150.000 se destinaron como deposito de garantía.

El escrito también lleva a una petición de reunión entre ambas partes para llegar a un acuerdo y se matiza a la Federación a que comunique si se acepta o no al club en Segunda B, recordando a su vez, todos y cada uno de los problemas que se encontró Onolfo cuando aterrizó en Reus y tomó las riendas de la entidad.    

Una planificación garantizada

Pese a todos los hándicaps que tenía el Reus y el poco tiempo con el que contaba la entidad rojinegra para empezar a trabajar de cara a la preparación en Segunda B, todo parece indicar que el club catalán ya tenía un preacuerdo con un entrenador que ya pasó por el Reus como es Ramón Calderé. Varios medios locales apuntan que los contactos entre ambas partes existieron pero que una vez se ha dado a conocer el descenso administrativo a Tercera, la situación ha quedado en el aire y no se puede asegurar que el proyecto que se estaba iniciando pueda continuar hacia delante.