La lluvia podría afectar al coronavirus y frenar su propagación

D. Cruz (@usuaridavid)

El nuevo coronavirus recibe el nombre <strong>SARS-CoV-2</strong>, y no deja de ser una nueva cepa de una familia de virus amplia que ya ha sido protagonista de varias epidemias a lo largo de la historia: en 2003 surgía el SARS-CoV (acrónimo de Severe Acute Respiratory Syndrome-Coronavirus) provocando sobre todo en el sudeste asiático la muerte de 916 personas y la infección de más de 8.400. Desde entonces, se han realizado múltiples estudios sobre el SARS-CoV que han permitido estudiar su comportamiento, que podría ser muy parecido al del nuevo coronavirus que actualmente pone en jaque la sanidad mundial.

Varias de estas investigaciones analizan cómo se comportaba dicho coronavirus en entornos climatológicos extremos, preguntándonos entonces: ¿es posible que la lluvia, que actualmente baña toda España, afecte a la propagación del SARS-CoV-2? Según se reveló en 2003, el anterior brote no se beneficiaba de los cambos fuertes en el clima, provocando que temperaturas superiores a 38 grados y una humedad relativa mayor al 95% reduzcan las posibilidades de transmisión. 

 Eso sí, no hay ningún estudio que certifique que la lluvia intensa o torrencial hubiese provocado una disminución en el porcentaje de propagación del SARS-CoV en el tiempo en que perduró el brote en el sudeste asiático en 2003.