EXCESO DE MORTALIDAD

Un estudio en The Lancet eleva a un número apocalíptico el número de muertos por COVID

España estaría entre los 21 países con peores cifras del mundo, con una tasa de mortalidad 342 muertos por cada 100.000 habitantes

Llevamos mucho tiempo dando vueltas al número de muertos de la pandemia

Un estudio en The Lancet eleva a 18 millones el número de muertos por COVID

Un estudio en The Lancet eleva a 18 millones el número de muertos por COVID / EUROPA PRESS| David Zorrakino - Europa Press

Redacción

Llevamos mucho tiempo dando vueltas al número de muertos de la pandemia. Desde los primeros días los científicos necesitaban datos reales para tomar decisiones, y los políticos preferían “esconder” la realidad para que los muertos no se les echasen encima.

Eran días en los que a la falta de pruebas diagnósticas se sumaban las exigencias que diferentes gobiernos iban poniendo para que alguien pudiese ser contabilizado como muerto por la COVID.

Y el resultado fue un maquillaje constante de las cifras, en unos y otros países. Las maquillaron tanto que ahora, un estudio publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet, multiplica nada menos que por 3 el exceso de mortalidad en el mundo, desde el inicio de la pandemia.

Y convierte, los 5,94 millones de muertos por COVID con los que se cerró 2021… en nada menos que 18,2 millones de vidas arrebatadas por el virus en menos de 2 años. Y en España, el estudio eleva la cifra a los 162.000 (entre 157.000 y 166.000).

Qué hacen y por qué lo hacen

El texto de la investigación comienza explicando por qué la hace:

  • “Las estadísticas de mortalidad son fundamentales para la toma de decisiones en salud pública”.
  • “Pero la mortalidad varía según el tiempo y el lugar, y su medición se ve afectada por sesgos bien conocidos que se han exacerbado durante la pandemia de COVID-19”.
  • Y qué es lo que hace:
  • “Este documento tiene como objetivo estimar el exceso de mortalidad por la pandemia de COVID-19 en 191 países y territorios, y 252 unidades subnacionales para países seleccionados, desde el 1 de enero de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2021”.

Una minuciosa investigación

Para llegar a los datos finales, los investigadores recopilaron informes de mortalidad por todas las causas para 74 países y territorios, y 266 ubicaciones subnacionales.

Incluían así a todos aquellos que habían informado sobre su cifra de muertes semanales o mensuales por todas las causas durante la pandemia (en 2020 y 2021), y hasta 11 años antes.

El exceso de mortalidad a lo largo del tiempo se calculó como la mortalidad observada, después de excluir los datos de los períodos afectados por el registro tardío y anomalías como las olas de calor, menos la mortalidad esperada.

Se utilizaron seis modelos para estimar la mortalidad esperada. Y como los registros de mortalidad están incompletos en todo el mundo, los investigadores construyeron un complejo modelo estadístico que predijo la tasa de exceso de mortalidad para lugares y períodos en los que no se disponía de datos de mortalidad por todas las causas.

Las grandes cifras de la investigación

La cifra oficial de muertes por COVID-19 notificada entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021 totaliza 5,94 millones en todo el mundo.

Pero esta investigación multiplica la cifra por 3 y la eleva a 18,2 millones (con un intervalo de incertidumbre del 95 % entre 17,1 y 19,6).

Esa es la cifra de personas que murieron en todo el mundo debido a la pandemia de COVID-19 (medida por el exceso de mortalidad) durante ese período.

La tasa mundial de exceso de mortalidad para todas las edades debido a la pandemia de COVID-19 fue de 120,3 muertes (113·1–129·3) por cada 100 000 habitantes.

Y los peores datos están en 21 países, cuya tasa de exceso de mortalidad superó las 300 muertes por cada 100 000 habitantes. En el caso de España estaríamos en ese club de países con peores cifras del mundo, con una tasa de mortalidad 342 muertos por cada 100.000 habitantes.

Muertos por países

El número de muertes en exceso debido a COVID-19 fue mayor en las regiones del sur de Asia, el norte de África, el Medio Oriente y el este de Europa. A nivel de país y sin tener en cuenta el número de habitantes, las cifras más altas de exceso acumulado de muertes debido a COVID-19 se estimaron en:

  • India (4,07 millones)
  • Estados Unidos (1,13 millones)
  • Rusia (1,07 millones)
  • México (798.000)
  • Brasil (792.000)
  • Indonesia (736.000)
  • Pakistán (664.000)

Entre estos países, la tasa de exceso de mortalidad fue más alta en:

  • Rusia (374,6 muertes por 100 000)
  • México (325.1 por 100 000)
  • Brasil (186,9) y EE. UU. (179,3)

¿Por qué necesitamos clarificar estos datos?

El impacto total de la pandemia ha sido mucho mayor de lo que indican las muertes reportadas solo por la COVID-19. Es necesario fortalecer los sistemas de registro de defunciones en todo el mundo, que durante mucho tiempo se consideró crucial para la estrategia mundial de salud pública.

Sólo así podremos mejorar el seguimiento de esta y futuras pandemias. Porque solo con una medición precisa de la cantidad de muertes por la pandemia, cada país y región puede comprender la magnitud del impacto en su salud pública.

También se necesita una medición precisa de las muertes para comprender los determinantes de la variación en la tasa de infección-letalidad entre las poblaciones.

Y sólo así se podrán hacer pronósticos sobre el comportamiento de la pandemia e investigar las mejores opciones de políticas posibles.

¿Las muertes oficiales son suficientes?

Teóricamente, las muertes reportadas oficialmente intentan cuantificar la magnitud de la pandemia de COVID-19 en diferentes poblaciones y lugares, a lo largo del tiempo. Por eso se las considera, y deberían ser, un indicador perfectamente confiable para rastrear la pandemia.

Pero las muertes reportadas representan solo un recuento parcial del número total de muertes por la pandemia de COVID-19. Y la confiabilidad de las muertes reportadas varía mucho entre ubicaciones y a lo largo del tiempo.

The Economist se acercaba a estas cifras. Se han hecho muchos intentos para estimar el número total de muertes relacionadas con la pandemia de COVID-19.

La OMS estimó un total de 3 millones de muertes en exceso debido al SARS-CoV-2 durante el año 2020, aunque no ha puesto a disposición estimaciones por ubicación.

Numerosos estudios han examinado el exceso de mortalidad debido a la COVID-19 para países específicos o unidades subnacionales durante diferentes etapas de la pandemia.

The Economist, cuyo modelo analítico no ha sido revisado por pares, proporcionaba hasta la fecha la evaluación más completa del exceso de mortalidad. Y sus datos no estaban lejos de los que arroja este estudio.

Los datos de la pandemia son mucho peores de lo que se dice

Las estimaciones del exceso de mortalidad por COVID-19 obtenidas en esta investigación sugieren que el impacto de la mortalidad por la pandemia de la COVID-19 ha sido más devastador que la situación documentada por las estadísticas oficiales.

Las estadísticas oficiales sobre las muertes reportadas por coronavirus ofrecen solo una imagen parcial de la verdadera carga de mortalidad.

La diferencia entre el exceso de mortalidad y las muertes por COVID-19 notificadas podría tener muchas explicaciones.

  • Podría deberse a un diagnóstico insuficiente por pruebas insuficientes.
  • Podría estar motivado por una mortalidad superior a la esperada por otras enfermedades debido a las complicaciones de la pandemia, el confinamiento y la saturación de los servicios de salud.

El número total de muertos es clave para conseguir la cifra

La brecha entre el exceso de mortalidad estimado y las muertes por COVID-19 notificadas es mucho mayor en el sur de Asia y el África subsahariana, que en otras regiones.

Insistimos en que hablamos de exceso de mortalidad definido como la diferencia neta entre:

  1. El total de muertes durante la pandemia (incluidas todas las causas).
  2. El número de muertes que se esperarían sobre la base de las tendencias pasadas.

Con esta fórmula, la mortalidad total, por todas las causas, se convierte en una medida crucial para calcular el número real de víctimas de la pandemia de COVID-19.

Y partiendo de ese dato encuentran los investigadores enormes brechas entre las muertes reales y el exceso de muertos que oficialmente se han relacionado con la pandemia de COVID-19.

¿Por qué hay unas diferencias tan grandes entre lo oficial y lo real?

Podría ocurrir por varias razones.

  • En primer lugar, los sistemas de informes de atención médica generalmente no enumeran la COVID-19 como la causa de muerte sin una PCR positiva. Y eso reduce mucho la incidencia en los países que por una u otra razón hicieron pocos test.
  • En segundo lugar, los sistemas nacionales para registrar las muertes varían en su calidad y amplitud, y cada uno decidió contar como creyó conveniente lo que era una muerte por COVID-19.
  • En tercer lugar, podríamos incluir las consideraciones políticas, que en algunos lugares parecen haber impedido la notificación precisa de las muertes imputables al coronavirus.

Por eso es importante este estudio. Porque proporciona una evaluación más precisa del impacto de la mortalidad total de la pandemia de COVID-19, muy por encima de la escasa fiabilidad que en muchos lugares tienen las muertes por COVID-19 oficiales.

Pero dejando claro que estas estimaciones reflejan el impacto total de la pandemia en la mortalidad en todo el mundo, y no solo las muertes directamente atribuibles a la infección por SARS-CoV-2.

Si bien también hay que tener en cuenta que los mandatos de distanciamiento social y otras restricciones pandémicas es muy probable que hayan disminuido las muertes por algunas enfermedades y lesiones, como accidentes de tráfico.

¿Cuál es la tasa de mortalidad en España?

A 31 de diciembre de 2021, las muertes reportadas a nivel mundial debido a la COVID-19 alcanzaron los 5,94 millones, pero el número estimado en esta investigación fue casi 3,07 veces mayor, llegando a 18,2 millones.

La tasa mundial de exceso de mortalidad para todas las edades debido a la pandemia de COVID-19 fue de 120,3 muertes por cada 100 000 habitantes. La tasa de exceso de mortalidad estimada más alta debido a COVID-19 fue de 734,9 muertes por 100 000 en Bolivia.

Se estimaron tasas negativas de exceso de mortalidad en Islandia, Australia, Singapur, Nueva Zelanda y Taiwán (provincia de China). Las tasas de exceso de mortalidad superaron las 300 muertes por 100 000 en 21 países.

España se acerca mucho a esa cifra con 292,3 muertos por cada 100.000 habitantes. A nivel regional, las tasas de exceso de mortalidad estimadas más altas se dieron en la América Latina andina.

Las tasas variaron sustancialmente en Europa occidental. La investigación ha encontrado que algunos países tenían tasas casi tan altas como las peores ubicaciones del mundo, mientras que otros, como Islandia, Noruega, Irlanda y Chipre, tenían algunas de las tasas más bajas del mundo, con menos de 50 muertes por cada 100 000.