Roland Garros

Las lágrimas de Tommy Robredo

Tercer partido consecutivo remontando dos sets adversos. Esta vez la victima fue Nicolás Almagro, que lo tuvo en sus manos para ganar... pero la fe y la insistencia de Robredo acabaron provocando que la 'Suzanne Lenglen' se pusiera en pie y coreara su nombre.

Neus Yerro

Tommy Robredo sigue siendo uno de los nombres propios de Roland Garros 2013. Cuatro años después de su última participación, el tenista de Hostalric lo retoma donde lo dejó, en los cuartos de final (ronda que disputó en 2003, 2005, 2007 y 2009, su última participación hasta la de este año), después de otra victoria épica, fantástica, a cinco sets que provocó las lágrimas del catalán, que hace un año tenía que pasar por el quirófano.

Esta vez, tras el holandés Igor Sijsling y el francés Gael Monfils, fue el turno de Nicolás Almagro que tres horas y 49 minutos después de salir a la pista Suzanne Lenglen, la abandonaba cabizbajo. Había caído por 6-7 (5), 3-6, 6-4, 6-4 y 6-4 después de haber ido por delante en el marcador en todas, en las cinco mangas.

Pero la fe de Robredo en su regreso a un gran torneo parece no tener límites. No se arredró con el 1-4 del tercer set; el 2-4 del cuarto o el 0-2 con que empezó el quinto. Siguió ahí, enardeciendo a la grada con sus golpes y su coraje y logrando un doble premio: la victoria y que la Suzanne Lenglen coreara, puesta en pie, su nombre.

No es la primera vez que un jugador levanta por tres veces un 0-2 adverso en Roland Garros -la diferencia con lo que hizo Albert Costa en 2003 es que Tommy lo ha logrado en partidos consecutivos-algo inaudito desde tiempos inmemoriales: Henri Cochet (uno de los Mosqueteros), en Wimbledon 1927 y ganó el título.

Quizá no aspira a tanto Robredo. Su próximo reto: un David Ferrer ante el que ha perdido seis de las ocho veces que se han enfrentado, por un puesto en las semifinales de Roland Garros 2013. Pero eso será el martes. Ahora Tommy dispone de unas horas para disfrutar de un éxito que ha buscado con ahínco.