El duro camino de Rafa Nadal hacia su 14º Roland Garros

El balear, en la parte difícil del cuadro, pasó por partidos titánicos contra Auger-Aliassime, Djokovic y Zverev antes de citarse con Ruud

En la primera semana superó sin problemas a Thompson, Moutet y Van De Zandschulp, batiendo récord de triunfos en un solo Grand Slam

Nadal conquistó por 14ª vez París

Nadal conquistó por 14ª vez París / EFE

Roger Payró

Rafa Nadal tuvo que disputar hasta cuatro ‘finales’ para coronarse con su 14º Roland Garros. En un año donde el físico era su gran rival, el sorteo del cuadro le deparó un camino lleno de trampas. Los últimos siete días, donde el torneo siempre sube varios peldaños el nivel, han sido de los más peliagudos que se le recuerdan desde que en 2005 empezó a mandar con puño de hierro en la Philippe Chatrier. Félix Auger-Aliassime, Novak Djokovic y Alexander Zverev hicieron sufrir de lo lindo al español, que en la última instancia vivió el partido definitivo frente a Casper Ruud de una forma más plácida de lo esperado.

Como dato, el duelo frente al noruego, por tiempo resultado (6-3, 6-3 y 6-0 en 2:18h) se asemejó más a los de la primera semana de competición que a los de la segunda. Rafa debutó ante el estadounidense Jordan Thompson (triple 6-2 en 2:04), donde logró su triunfo 106 en Roland Garros siendo el tenista que más ha ganado en un solo Grand Slam -ahora 112-. Después le llegó el turno al francés Corentin Moutet (6-3, 6-1 y 6-4 en 2:12h), triunfo que supuso el 300 en los ‘majors’.

La siguiente víctima fue el neerlandés Botic Van De Zandschulp (6-3, 6-2, 6-4 en 2:13h) y Nadal no se dejó ningún set hasta que se midió con el canadiense Auger-Aliassime, pupilo de su tío Toni y que le llevó a cinco sets (3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3 en 4:23h). Eso le abrió las puertas a citarse con Djokovic en cuartos, donde Rafa mostró su mejor versión para acabar con el número uno en una titánica batalla de 4:12h (6-2, 4-6, 6-2 y 7-6(4)).

Zverev, que eliminó a Carlos Alcaraz y evitó un nuevo duelo fratricida, llevó al límite al balear en un duelo que iba camino de romper registros (3:07h con solo 7-6(8) y 6-6) hasta que el alemán se lesionó de gravedad en el tobillo derecho. Pese a la plácida final es sin duda de los Roland Garros que más ha tenido que sudar.