Nadal: "Llega lo más difícil y debo mejorar algunas cosas"

Rafa venció a Sinner de madrugada

Rafa venció a Sinner de madrugada / AFP.

Jaume Pujol-Galceran

Cara seria y concentrado. Bajo un agradable sol otoñal y apenas 10 horas después de meterse en la cama de su hotel tras alcanzar las semifinales casi en clandestinidad , Rafael Nadal entró en la pista 2 de Roland Garros para entrenarse. A su lado Francis Roig, llegado esta semana de Barcelona, dándole consejos y corrigiendo su movimiento con el ‘drive’ y al otro la de la red, Carlos Moyà, entrenador y sparring de lujo.

La dura y pesada bola no se levanta pero Nadal consigue, a cambio, lanzarla con potencia a las líneas de la pista una y otra vez, con el ánimo de sus dos entrenadores. “Bona”, “axí està be”, le dicen.

Nadal no da respiro. Ni una queja si falla. Sabe que “llega el momento de la verdad y aún debo mejorar algunas cosas”, dijo tras ganar a <strong>Jannik Sinner </strong>(7-6(4), 6-4 y 6-1), casi en la en la clandestinidad. Apenas 400 personas vieron su victoria para ganarse por 13ª vez su pase a las semifinales. En la pista 2 viendo su entrenamiento hay un centenar de aficionados silenciosos.

LA HORA DE LA VERDAD

“Queda lo más difícil”, decía tras su victoria, ante la entrevista virtual con los periodistas acreditados. Ya eran las dos de la mañana y Nadal aún debía regresar al hotel Pullman, donde está concentrado con el resto de jugadores desde que aterrizó en París.

 Nadal llega a la penúltima ronda sin haber perdido un set aunque sus rivales (Gerasimov, 83 mundial; Travaglia, 74; Korda, 213 e incluso Sinner, 75) son habituales de challengers más que de grandes torneos. A Nadal le ha venido bien jugar ante ellos para adaptar su juego a las condiciones de este atípico Roland Garros.

Ayer en el entrenamiento ajustaba los golpes para afrontar el partido del viernes ante Schwartzman. Siente que ha hecho bien las cosas pero no quiere cometer errores como en Roma. “Hay que repasar lo que se hizo mal”, explicó.

PELIGRO, SCHWARTZMAN

“Llegar a la semifinal después de  seis meses sin jugar, no está mal”, decía. La determinación y la agresividad con la que acabó el partido ante Sinner son su punto de referencia para enfrentarse el viernes a Schwartzman. El larguirucho tenista italiano le sorprendió en el primer set con un tenis de talento y potencia qu empieza a dar que hablar.

Sinner puso a Nadal ante su primer muro de verdad. El número 2 mundial lo superó. Su experiencia y tablas le permitieron salvar la situación y acabar apuntándose la victoria con cierta facilidad.

Schwarzman (14 mundial) pondrá el listón más alto y le complicará la vida, seguro. No es un rival que le guste a Nadal. En la pista es una bala y un muro devolviendo la bola. 

Un rival que sabe le complicará la vida. En Roma, en unas condiciones similares a París, el tenista argentino le derrotó (6-2, 7-5) y en Roland Garros hace dos años le complicó la vida (4-6, 6-3, 6-2, 6-2).

“Diego me ganó la última vez y eso es una ventaja para su confianza. Le vi ante Thiem y jugó un gran partido. Deberé hacer las cosas distintas a Roma. Jugar con determinación y agresividad. Tener un actitud positiva, eso es lo que necesito. Las condiciones de este año son favorables a su estilo de juego pero este es un torneo especial para mí y saldré a dar el máximo”, destacó con confianza.