El Oporto tiene la liga 'a punto'

Las competiciones no se ganan en febrero, pero se pueden perder. El Benfica lideraba la competición portuguesa sin titubeos hasta el día ocho del segundo mes del año cuando visitaron Do Dragao. Era la última opción del Oporto de reengancharse a la lucha por el título y no la desperdiciaron. Los lisboetas encajaban apenas su segundo tropiezo del curso, los dos contra su histórico adversario. Desde entonces, el desastre total en Da Luz. La ventaja de puntos respecto a los blanquiazules fue menguando, adiós a la Taça da Liga ante el Braga y despedida y cierre en Europa.

La crisis instalada en el sector encarnado de Lisboa, hasta tal punto  que la afición llegó a apedrear a su propio equipo ante los malos resultados. Ya sin Bruno Lage en el banquillo, los guarismos tampoco han mejorado. Y, lo peor de todo, es que este verano huele a desbandada en el club más laureado del país vecino. Muchos futbolistas apetecibles y que ya han sonado para los ‘grandes’ de Europa como Rúben Dias, Grimaldo, Ferro, Florentino o el goleador Carlos Vinícius.

Más regular

Lejos de su mejor versión y del rendimiento que por nombres su plantilla debería dar, el Oporto ha sido el tuerto en el país de los ciegos para encarrilar el que será su vigesimonoveno entorchado en Portugal, lejos aún de los 37 de los benfiquistas. El enésimo tropiezo encarnado en Famalicao, revelación absoluta de la temporada en tierras lusas,  deja el título en bandeja de plata a los de la desembocadura del Duero. De hecho, el vestuario dirigido por Sérgio Conceiçao podría ser campeón el martes por la noche y sin jugar su encuentro contra el Sporting CP el miércoles. Si el Vitória Guimaraes sorprende al Benfica, la copa se va a Do Dragao. 

A los lisboetas todavía les quedará el consuelo de la Taça donde se verán las caras en la final contra el propio Oporto. El único título al que aún aspiran esta campaña.